Foto: Reuters
Miles de estudiantes han salido a protestar con baldes por los racionamientos de agua y energía. Chávez culpa al fenómeno del 'Niño'.
Los racionamientos de energía, la inseguridad, la segunda salida del aire de 'RCTV' y las tensiones dentro de su gobierno lo tienen mal.
Una joven reportera del diario zuliano 'Versión Final' sacó la foto que dio la vuelta a Venezuela el fin de esta larguísima semana: la de un miembro de la Guardia Nacional sosteniendo una cadena coronada con una especie de anzuelo grande y afilado, de pie y amenazante frente a decenas de estudiantes de Maracaibo sentados con las manos en alto.
La brusca sensación que produce la imagen es testimonio del momento que atraviesa el presidente Hugo Chávez, visiblemente golpeado -pero dispuesto a defenderse- por un coctel de protestas masivas (duramente reprimidas por los cuerpos de seguridad), la toma de decisiones radicales e impopulares (racionamiento eléctrico, expropiación del Éxito, devaluación del bolívar, cierre de 'RCTV Internacional' y la renuncia de miembros de su gabinete.
Con todo esto al tiempo y de cara a las elecciones parlamentarias del 26 de septiembre, con las que se juega seguir contando con luz verde para impulsar la 'revolución bolivariana', los análisis señalan las primeras grietas en la titánica popularidad del mandatario, que incluso el jueves -a través de una 'cadena' de más de cuatro horas- amenazó con radicalizarse si la oposición mantiene su "plan desestabilizador".
"Hay que recordar que en el 2009 se cerró el ciclo positivo en lo político, económico e internacional que tuvo Chávez desde el 2003", comenta a EL TIEMPO el politólogo Carlos Romero, profesor de la Universidad Central. "Ha tomado muchas medidas impopulares, la economía entró en retroceso y su presencia internacional sufrió agotamiento. No puedo decir, aún, que haya un estado generalizado de 'malderrabia' contra Chávez, pero veo que se formalizó el inicio de un ciclo negativo y la aversión crecerá si comete más errores".
Los voceros de encuestadoras importantes como Datanálisis destacan que, por primera vez en cinco años, la banda estable de popularidad del Presidente, ubicada entre el 50 y el 60 por ciento, sufrió su primera baja por debajo de 50, llegando incluso al 46 por ciento, un número que no es despreciable, "pero que sí está lejos de su zona de confort", explica el analista Luis Vicente León.
Cae la confianza
Por su parte, Saúl Cabrera, de Consultores 21, explicó a EL TIEMPO que el desgaste oficial sufrido en enero, acompañado de las renuncias de tres miembros de su gabinete, puede medirse mejor en términos de problemas concretos, que a la larga son los que afectarán la popularidad.
"Nadie deja de repetir que la principal inquietud es la inseguridad y los racionamientos, y aún está por sentirse la devaluación. Sobre estas cosas, el Presidente es visto como un responsable casi directo, por eso es previsible un efecto negativo en su popularidad".
Es más, tanto Datanálisis como Hinterlaces miden la popularidad presidencial con preguntas relacionadas con la 'confianza' que se tiene en el trabajo presidencial.
Oscar Schemel, director de Hinterlaces, aseguró que la desconfianza en Chávez se ubicó en 62 por ciento, lo que ubicaría su confianza, o 'popularidad' en 38. Esto, según sondeos de las dos primeras semanas de enero.
La brusca sensación que produce la imagen es testimonio del momento que atraviesa el presidente Hugo Chávez, visiblemente golpeado -pero dispuesto a defenderse- por un coctel de protestas masivas (duramente reprimidas por los cuerpos de seguridad), la toma de decisiones radicales e impopulares (racionamiento eléctrico, expropiación del Éxito, devaluación del bolívar, cierre de 'RCTV Internacional' y la renuncia de miembros de su gabinete.
Con todo esto al tiempo y de cara a las elecciones parlamentarias del 26 de septiembre, con las que se juega seguir contando con luz verde para impulsar la 'revolución bolivariana', los análisis señalan las primeras grietas en la titánica popularidad del mandatario, que incluso el jueves -a través de una 'cadena' de más de cuatro horas- amenazó con radicalizarse si la oposición mantiene su "plan desestabilizador".
"Hay que recordar que en el 2009 se cerró el ciclo positivo en lo político, económico e internacional que tuvo Chávez desde el 2003", comenta a EL TIEMPO el politólogo Carlos Romero, profesor de la Universidad Central. "Ha tomado muchas medidas impopulares, la economía entró en retroceso y su presencia internacional sufrió agotamiento. No puedo decir, aún, que haya un estado generalizado de 'malderrabia' contra Chávez, pero veo que se formalizó el inicio de un ciclo negativo y la aversión crecerá si comete más errores".
Los voceros de encuestadoras importantes como Datanálisis destacan que, por primera vez en cinco años, la banda estable de popularidad del Presidente, ubicada entre el 50 y el 60 por ciento, sufrió su primera baja por debajo de 50, llegando incluso al 46 por ciento, un número que no es despreciable, "pero que sí está lejos de su zona de confort", explica el analista Luis Vicente León.
Cae la confianza
Por su parte, Saúl Cabrera, de Consultores 21, explicó a EL TIEMPO que el desgaste oficial sufrido en enero, acompañado de las renuncias de tres miembros de su gabinete, puede medirse mejor en términos de problemas concretos, que a la larga son los que afectarán la popularidad.
"Nadie deja de repetir que la principal inquietud es la inseguridad y los racionamientos, y aún está por sentirse la devaluación. Sobre estas cosas, el Presidente es visto como un responsable casi directo, por eso es previsible un efecto negativo en su popularidad".
Es más, tanto Datanálisis como Hinterlaces miden la popularidad presidencial con preguntas relacionadas con la 'confianza' que se tiene en el trabajo presidencial.
Oscar Schemel, director de Hinterlaces, aseguró que la desconfianza en Chávez se ubicó en 62 por ciento, lo que ubicaría su confianza, o 'popularidad' en 38. Esto, según sondeos de las dos primeras semanas de enero.
La respuesta presidencial ante el panorama ha sido mostrar el músculo de la fuerza. El lema "Chávez 'tas ponchao'" -propio del argot beisbolístico- se convirtió en el mantra opositor.
"Ponchaos están ustedes", dijo molesto en una maratónica 'cadena' en la que les exigió a los cuerpos de seguridad más firmeza contra las protestas.
Perdigonazos
La noche de esa misma 'cadena', decenas de estudiantes fueron reprimidos en Caracas a punta de perdigonazos y bombas lacrimógenas. Los jóvenes volcados a las calles han trascendido los clásicos centros urbanos de la capital, Maracay, Valencia y Maracaibo.
En Mérida, Anzoátegui, el apacible Barinas (estado del Presidente), Monagas y Trujillo ha habido choques, detenidos y heridos. Y en Lara hay denuncias de ochos estudiantes torturados.
Para la analista Argelia Ríos, Chávez se ha dado cuenta de que tiene difícil un triunfo aplastante este año por la vía electoral: "El despliegue represivo de estos días es la consecuencia de las nuevas certezas del Presidente. Su compromiso de redención social se fue al diablo (...) La sociedad venezolana siente que ha sido estafada y, como es lógico, se prepara para un ajuste de cuentas", escribió en su columna de 'El Universal'.
Los cuatro males del presidente
1. La inseguridad llega a niveles récord en Caracas: Diez mil personas mueren de manera violenta en Caracas cada año, lo que la vuelve la tercera ciudad más peligrosa del mundo.
2. La inflación se disparó y va en el 25 por ciento: Venezuela tiene, por cuarto año seguido, la mayor tasa de inflación de la región y la devaluación del bolívar la disparará más.
3. El país vive una crisis energética y teme un apagón: La crisis energética amenaza con dejar a oscuras a Venezuela en los próximos meses. Una intensa sequía ha agravado el problema.
4. Las protestas por el nuevo cierre de 'RCTV': La suspensión 'temporal', desde el sábado de la semana pasada, de las emisiones de 'Radio Caracas Televisión Internacional' (RCTVI) fue la gota que derramó el vaso y movilizó a miles de opositores, en su mayoría jóvenes, a protestar en las calles.
VALENTINA LARES MARTIZ
CORRESPONSAL DE EL TIEMPO
CARACAS
CORRESPONSAL DE EL TIEMPO
CARACAS
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