Andrea Quiroga/Globovisión
Poco más de una década ha pasado desde aquel juramento sobre la que él mismo llamó “moribunda Constitución”. El 2 de febrero de 1999 en el Congreso Nacional, Hugo Rafael Chávez Frías se convirtió en el 52º Presidente de la República de Venezuela. Desde entonces, muchos cambios ha experimentado el país.
Nuevo nombre, ahora República Bolivariana de Venezuela, nueva Constitución y con ella nuevos poderes. También cambió el huso horario y hasta la moneda nacional. Pero hay algo que no ha cambiado, y es el Presidente de la República.
En la primera rueda de prensa que ofreció Hugo Chávez como presidente electo, una frase se repitió constantemente “dentro de cinco años cuando entreguemos el gobierno”, esa era su idea en diciembre de 1998, pero en el trascurso de los años este discurso comenzó a cambiar.
La Constitución de 1999 fue denominada como “la mejor Constitución de todas” por el mismo Chávez, pero en 2007 propuso una reforma que planteaba la reelección presidencial de forma indefinida. Los venezolanos rechazaron esta propuesta, pero el Primer Mandatario Nacional insistió, y en 2008, vía enmienda, fue aprobada esta modificación, y así, puede optar por un tercer período. Ese mismo año se autoproclamó como candidato presidencial para las elecciones de 2012.
Otras cosas han cambiado en estos once años, muchas de las personas que acompañaron el Proyecto Bolivariano poco a poco se alejaron de él y de sus propulsores. Ejemplos como Luis Miquilena, quien fuera el mentor de Chávez, pieza fundamental en el período de la Asamblea Constituyente y quien ocupara altos cargos en el Ejecutivo poco a poco se alejó del proyecto hasta llegar a criticar el rumbo que ha tomado.
Antes, en 1999 muchos partidos estaban detrás del proyecto político, aquel Polo Patriótico, formado por diferentes colores desapareció. Hoy el Partido Socialista Unido de Venezuela aglutina el apoyo a la revolución bolivariana, y sólo el rojo se puede apreciar en las manifestaciones de calle del gobierno.
De aquella cercanía con el pueblo que propulsaba el primer mandatario en los inicios de su gobierno, poco queda. Hoy en día se le ve rodeado de funcionarios de seguridad y en innumerables ocasiones ha justificado esto en presuntos intentos de magnicidio planificados por sus adversarios.
En aquella rueda de prensa de diciembre de 1998 el presidente electo dijo: “Hago un llamado a todos, mi llamado a la unidad, fue una campaña tensa, pero hago un llamado a la unidad, a todos, respetando nuestras diferencias”. Para muchos, palabras olvidadas por el presidente. Hoy lo que existe es una sociedad dividida, donde para el mismo presidente Chávez “no hay reconciliación posible” como lo dijo en diciembre de 2009.
El cambio que representaba el primer mandatario nacional aún no se ha concretado. Y aunque, según el historiador Manuel Caballero, “Chávez ha concentrado más poder que cualquier otro presidente en la historia de Venezuela”, hoy, once años más tarde, continúa utilizando aquel famoso “por ahora” para justificar las promesas que no se han cumplido y pide once años más para poder concretar su llamado “Socialismo del Siglo XXI”.
De aquella frase de 1998 que afirmaba que entregaría el poder al culminar su primer período, poco queda.
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