lunes, 8 de febrero de 2010

Washington se afana en limpiar la nieve de las calles ante nueva tormenta (Vídeo)

KPO/Globovisión/EFE/BBC
Palas quitanieve y camiones con sal se emplean hoy en limpiar las calles en la región metropolitana de Washington antes de que llegue mañana un nuevo temporal que podría descargar otros 20 centímetros de nieve.

Abrir las vías de tránsito y restablecer los servicios es la principal actividad, casi la única, en la región, donde un sol frío en un cielo completamente azul comienza a derretir la nieve acumulada.

El gobierno federal cerró hoy sus puertas, con lo que se quedaron en casa los 230.000 funcionarios que trabajan en la zona, y lo mismo hizo gran parte de los negocios privados de la zona, donde el transporte público está restringido.

Las escuelas están cerradas hoy y algunos distritos han anunciado que no abrirán mañana, martes.

Carámbanos de hielo en los tejados, cornisas de nieve asomando al vacío y grandes trincheras blancas levantadas por las palas quitanieve en las calles, hacen de Washington un paisaje de postal navideña.

Pero luego de tres días de ejercicio con la pala y de no poder moverse muy lejos de casa, algunos residentes desean que todo vuelva a la normalidad.

Robert Davis, quien vive en una zona residencial de Virginia, a escasos 20 minutos de Washington, explicó a Efe que en 20 años ésta fue la primera vez que no pudo ir a trabajar.

"Me siento atrapado. Nunca había visto una cosa así. Y claramente, el Gobierno aquí no está preparado para afrontar una tormenta de estas dimensiones", dijo mientras seguía trabajando con la pala junto a su hijo para intentar liberar de nieve la entrada al garaje de su casa.

La normalidad que ansía Davis se reanudaba este lunes a pequeños pasos. El aeropuerto Dulles, el mayor de la región, y el Baltimore-Washington abrieron hoy sus puertas de nuevo.

Menos actividad registraba el aeropuerto Reagan National, el más cercano a la capital, que permitió el despegue y aterrizaje de solo algunos vuelos. Además, el metro no llega en la actualidad hasta la terminal aérea debido a que todas sus operaciones por encima de tierra están canceladas.

Decenas de miles de residentes siguen sin energía y las compañías eléctricas han alertado que tardarán algunos días en restablecer completamente el servicio.

Durante el fin de semana el número de casas sin electricidad en Maryland, Virginia, Washington, Pensilvania y otros estados afectados por la tormenta llegó a 400.000.

Las autopistas y la mayoría de las vías principales de tráfico están despejadas, pero las calles secundarias y las vías residenciales siguen alfombradas de nieve.

Por ello, muchos residentes son incapaces de sacar sus automóviles del garaje o de la acera donde los estacionaron el viernes.

La sensación de aislamiento es más aguda en las afueras de Washington, donde es necesario un vehículo hasta para ir a comprar leche.

La tormenta del viernes y el sábado cubrió el aeropuerto de Dulles con 80 centímetros de nieve, una cifra récord, y dejó cantidades algo inferiores en Baltimore y Washington, según el Servicio Nacional de Meteorología.

Mientras, una nueva tormenta localizada hoy en Oklahoma se dirige hacia la zona, a donde llegará mañana en la tarde.

"Existe el potencial de acumulación de nieve de 20 centímetros o más. Hay una alta posibilidad de que supere los 25 centímetros", informó hoy el Servicio Nacional de Meteorología.

Se prevé que la tormenta afecte a todo el noreste del país, desde Washington hasta Boston, aunque la mayor cantidad de nieve caerá en los estados al norte de la capital, donde podrían acumularse hasta 30 centímetros.

Se trata de un temporal más frío que el del pasado fin de semana, que viene impulsado por fuertes vientos, por lo que los meteorólogos han alertado de la peligrosidad del nuevo sistema.

Pese a la gran carga de nieve, la tormenta anterior provocó la muerte solo de dos personas, un padre y un hijo que fueron atropellados el viernes por un tractor que resbaló y les cayó encima.

Además, el peso de la nieve ha derribado algunos árboles y tejados en la región, incluido el techo de una estación de bomberos que se hundió hoy de madrugada en el norte de Virginia, pero no causó víctimas.

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