Por GONZALO SOLANO/The Associated Press
QUITO -- La entrada masiva de inmigrantes cubanos está convirtiendo a Ecuador en un destino alterno para los que desean salir de la isla y hacer fortuna, lo que está generando descontento en este pequeño país sudamericano que tiene sus propios problemas económicos.
Unos 50.000 cubanos han entrado al país desde que el gobierno izquierdista eliminó en junio del 2008 el requisito de visa de turismo para entrar. El ingreso de los extranjeros ha causado alarma entre las autoridades quienes advierten de los peligros del tráfico de personas y la proliferación de matrimonios fraudulentos.
"No sólo a los ciudadanos cubanos sino a los de cualquier nacionalidad se les permite el libre ingreso para el turismo (90 días), esa era la finalidad de la medida del gobierno, pero hay un fenómeno más acá, estamos hablando de un delito transnacional, el tráfico de seres humanos que operan a cambio de dinero", dijo el director Nacional de Migración, coronel Edwin Báez.
La mayoría de los cubanos vienen a comprar productos que pueden vender a precios mayores al regresar a su país, donde florece un mercado negro de componentes de computadoras, televisores planos, ropa y reproductores MP3 comprados en Ecuador.
Otros cubanos vienen a trabajar y hacer dinero, creando una pequeña pero pujante colonia cubana que ha convertido al país en una alternativa a las comunidades en Estados Unidos, España y otros países caribeños.
Más de 7.400 cubanos se han quedado, en la mayoría de los casos al exceder el tiempo que les da su visa de turista.
"Uno viene efectivamente por dólares, porque en Cuba hay un problema económico y pagan muy poco, el salario es muy bajo y no nos alcanza, allá ganas un salario (mensual) de 150 pesos cubanos (6 dólares) y a veces con suerte, 10 dólares (adicionales) o su equivalente, que es toda una fortuna", dijo Carlos Díaz, un cubano de 49 años que trabaja como mesero en Ecuador a pesar de tener título de ingeniero portuario.
Los cubanos utilizan un mecanismo simple y legal para salir de su país: un ecuatoriano, generalmente a cambio de 200 ó 300 dólares, envía una carta de invitación, lo que les permite salir sin inconvenientes de Cuba, aún más porque los ciudadanos de ese país no requieren de una visa para ir a Ecuador.
Pero con ello han surgido pequeñas redes que facilitan el viaje desde La Habana hasta Quito a cambio de cientos o miles de dólares, que sirven para salir de ese país y para obtener la nacionalización en Ecuador.
La notoria presencia de cubanos llevó al fiscal general de Ecuador, Washington Pesántez a indicar a inicios de junio que los cubanos son "bienvenidos al país, pero ya están demasiados y si vinieron de turismo ya regrésense, porque algunos barrios ya están tomados" por inmigrantes cubanos. Sugirió al gobierno que adelantara una "migración selectiva".
En Quito los cubanos se han congregado principalmente en el barrio La Florida, en el noroeste capitalino, donde, las noches y fines de semana, es notoria su presencia en sitios de diversión como salas con máquinas tragamonedas, pequeños negocios de comida y cabinas para llamadas internacionales.
La convivencia entre ecuatorianos y cubanos no es del todo armoniosa.
Una pequeña empresaria, Catalina Meza, dijo a la AP que "arrendamos un departamento a cubanos y se convirtió en un problema, porque no querían pagar ni los servicios básicos, menos el arriendo y a la larga se fueron sin pagar. Los vecinos se quejaban de que permanentemente hacían escándalos y no les dejaban dormir".
Marcelo Dotti, comentarista de Radio Sucesos, dijo a la AP que "hay un rosario de denuncias ligadas a delitos de toda clase ligadas con cubanos, parece que desde la isla cubana nos han endosado a los famosos marielitos. Es un acto irresponsable del gobierno haber abierto la puerta del país a todos los extranjeros, cuando es bien sabido que acá tenemos un elevado desempleo y subempleo".
El desempleo en Ecuador es 9,1% mientras que el subempleo llega a 51,3%.
Algunos cubanos contraen matrimonio con ecuatorianos sólo para obtener la nacionalidad, lo que ha generado quejas por los matrimonios fraudulentos.
El ministro de Gobierno, Gustavo Jalkh, dijo que "no podemos permitir que nuestro territorio se convierta en un lugar de violación de la ley, de falsificación de documentos, de matrimonios fraudulentos".
Añadió que "no se puede caer en la ingenuidad de que nuestro territorio sea utilizado para tráfico de personas o para cualquier otro tipo de actividad delincuencial, hay que garantizar seguridad ciudadana para nacionales y extranjeros en nuestro territorio sin caer en ningún tipo de xenofobia".
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El periodista de AP en La Habana, Will Weissert, colaboró con esta información.
Unos 50.000 cubanos han entrado al país desde que el gobierno izquierdista eliminó en junio del 2008 el requisito de visa de turismo para entrar. El ingreso de los extranjeros ha causado alarma entre las autoridades quienes advierten de los peligros del tráfico de personas y la proliferación de matrimonios fraudulentos.
"No sólo a los ciudadanos cubanos sino a los de cualquier nacionalidad se les permite el libre ingreso para el turismo (90 días), esa era la finalidad de la medida del gobierno, pero hay un fenómeno más acá, estamos hablando de un delito transnacional, el tráfico de seres humanos que operan a cambio de dinero", dijo el director Nacional de Migración, coronel Edwin Báez.
La mayoría de los cubanos vienen a comprar productos que pueden vender a precios mayores al regresar a su país, donde florece un mercado negro de componentes de computadoras, televisores planos, ropa y reproductores MP3 comprados en Ecuador.
Otros cubanos vienen a trabajar y hacer dinero, creando una pequeña pero pujante colonia cubana que ha convertido al país en una alternativa a las comunidades en Estados Unidos, España y otros países caribeños.
Más de 7.400 cubanos se han quedado, en la mayoría de los casos al exceder el tiempo que les da su visa de turista.
"Uno viene efectivamente por dólares, porque en Cuba hay un problema económico y pagan muy poco, el salario es muy bajo y no nos alcanza, allá ganas un salario (mensual) de 150 pesos cubanos (6 dólares) y a veces con suerte, 10 dólares (adicionales) o su equivalente, que es toda una fortuna", dijo Carlos Díaz, un cubano de 49 años que trabaja como mesero en Ecuador a pesar de tener título de ingeniero portuario.
Los cubanos utilizan un mecanismo simple y legal para salir de su país: un ecuatoriano, generalmente a cambio de 200 ó 300 dólares, envía una carta de invitación, lo que les permite salir sin inconvenientes de Cuba, aún más porque los ciudadanos de ese país no requieren de una visa para ir a Ecuador.
Pero con ello han surgido pequeñas redes que facilitan el viaje desde La Habana hasta Quito a cambio de cientos o miles de dólares, que sirven para salir de ese país y para obtener la nacionalización en Ecuador.
La notoria presencia de cubanos llevó al fiscal general de Ecuador, Washington Pesántez a indicar a inicios de junio que los cubanos son "bienvenidos al país, pero ya están demasiados y si vinieron de turismo ya regrésense, porque algunos barrios ya están tomados" por inmigrantes cubanos. Sugirió al gobierno que adelantara una "migración selectiva".
En Quito los cubanos se han congregado principalmente en el barrio La Florida, en el noroeste capitalino, donde, las noches y fines de semana, es notoria su presencia en sitios de diversión como salas con máquinas tragamonedas, pequeños negocios de comida y cabinas para llamadas internacionales.
La convivencia entre ecuatorianos y cubanos no es del todo armoniosa.
Una pequeña empresaria, Catalina Meza, dijo a la AP que "arrendamos un departamento a cubanos y se convirtió en un problema, porque no querían pagar ni los servicios básicos, menos el arriendo y a la larga se fueron sin pagar. Los vecinos se quejaban de que permanentemente hacían escándalos y no les dejaban dormir".
Marcelo Dotti, comentarista de Radio Sucesos, dijo a la AP que "hay un rosario de denuncias ligadas a delitos de toda clase ligadas con cubanos, parece que desde la isla cubana nos han endosado a los famosos marielitos. Es un acto irresponsable del gobierno haber abierto la puerta del país a todos los extranjeros, cuando es bien sabido que acá tenemos un elevado desempleo y subempleo".
El desempleo en Ecuador es 9,1% mientras que el subempleo llega a 51,3%.
Algunos cubanos contraen matrimonio con ecuatorianos sólo para obtener la nacionalidad, lo que ha generado quejas por los matrimonios fraudulentos.
El ministro de Gobierno, Gustavo Jalkh, dijo que "no podemos permitir que nuestro territorio se convierta en un lugar de violación de la ley, de falsificación de documentos, de matrimonios fraudulentos".
Añadió que "no se puede caer en la ingenuidad de que nuestro territorio sea utilizado para tráfico de personas o para cualquier otro tipo de actividad delincuencial, hay que garantizar seguridad ciudadana para nacionales y extranjeros en nuestro territorio sin caer en ningún tipo de xenofobia".
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El periodista de AP en La Habana, Will Weissert, colaboró con esta información.
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