Por: VenEconomía 20jul10
El Bono Global 2010 de $1,5 millardos vence el próximo 7 de agosto y, a pesar de que faltan apenas 17 días. Según informan fuentes oficiales y no oficiales, ni el Banco Central de Venezuela (BCV) ni el Ministerio de Finanzas han decidido cómo afrontar el pago a los inversionistas.Una posibilidad es que se pague con cargo a las Reservas Internacionales de la República. El problema con esta alternativa es que las reservas operativas (también conocidas como líquidas) son de apenas $9,0 millardos. Si se cancela el bono con cargo a las reservas Internacionales líquidas, éstas se reducirían hasta $7,5 millardos, equivalente a menos de tres meses de importaciones, nivel considerado como peligrosamente crítico.La otra opción que le quedaría al Ejecutivo sería emitir un nuevo bono, para sustituir al Global 2010, a punto de vencer. El problema con ello es que, en la actualidad, los inversionistas internacionales no tienen ningún interés en adquirir papeles venezolanos. Por lo cual el costo de una nueva emisión podría ser inaceptable, por lo alto.Una muestra de ello es que el Bono Global 2027 de la República se ha estado negociando para rendir 14-15% hasta su vencimiento. Y el Bono PDVSA 2014 se negocia para rendir hasta 20%. Esto se contrasta dramáticamente con la situación de la deuda de Grecia, que acaba de flotar una nueva emisión con un rendimiento de tan solo el 4%.Otro indicio de lo difícil que sería colocar una nueva emisión lo da la empresa CMA de Londres, especializada en análisis de crédito, que estima que la probabilidad de que Venezuela caiga en una moratoria dentro de los próximos cinco años es del 58,7%, el más alto porcentaje de riesgo de todos los países analizados, y muy por encima de Grecia (55,6%) y Argentina (47,9%).Otra evidencia de la baja estima en que el mercado internacional tiene a los papeles venezolanos lo dan los bonos que por $700 millones colocó CITGO en junio. A pesar que los bonos estaban respaldados con garantía hipotecaria sobre las refinerías de CITGO en los Estados Unidos, la emisión salió al mercado con un cupón extraordinariamente alto, del 11,5%. Peor, los analistas sugieren que el cupón hubiese sido del 20%, si no fuera por la garantía dada por propiedades en un país donde se cumplen las leyes.Por ahora, los expertos revolucionarios del Ministerio de Finanzas y del Banco Central pareciera que están deshojando la margarita para ver cuál de las dos únicas salidas que tienen por delante impacta menos en la continuidad de la hegemonía parlamentaria y en la continuidad del proyecto comunista de Chávez.El grave problema es en que haga lo que haga el Gobierno, el gran perjudicado será el país.
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