Por DAVID McFADDEN/The Associated Press
SAN JUAN -- Ahora que el presunto narcotraficante más grande del Caribe está detrás de las rejas, las autoridades de la región temen un baño de sangre generado por una guerra entre mafiosos que quieren sucederlo.
La captura de José Figueroa Agosto el sábado tras una búsqueda de una década fue un gran golpe para el narcotráfico y dejó un vacío en el mundo del hampa que seguramente muchos van a tratar de llenar, según Javier F. Pena, agente especial a cargo de la división del Caribe de la Administración de Control de Drogas (DEA) de los Estados Unidos.
"Este tipo era el líder de su organización", manifestó Pena a la AP. "Cuando cae el capo, su gente se pelea entre sí para tomar el control. En cualquier momento va a empezar a correr la sangre", pronosticó.
Las autoridades dicen que Figueroa es una especie de versión caribeña de Pablo Escobar, el capo colombiano que controló la mayor parte del tráfico de drogas en la década de 1980.
Durante diez años, la fama del mafioso puertorriqueño creció al compás de sus osadas fugas y de sus provocaciones a las policías de la República Dominicana y de Puerto Rico, una isla atractiva para los narcotraficantes por su status de estado libre asociado a los Estados Unidos.
El fin de semana pasado se le acabó la suerte cuando fue divisado por agentes en un barrio de dominicanos de clase obrera de San Juan. Al darse cuenta de que lo seguían, trató de huir a pie, pero fue cercado por agentes locales y del FBI y la DEA. Llevaba una peluca para no ser reconocido.
El gobernador de Puerto Rico dijo en una conferencia de prensa el domingo que había llamado a su colega dominicano Leonel Fernández para hablar del tema y reiterarle la importancia de la colaboración de ambos países en la lucha contra el narcotráfico.
El jefe de la policía José Figueroa Sancha afirmó a su vez que la detención beneficia "no solo a Puerto Rico sino a toda la comunidad internacional".
"Hemos detenido a uno de los narcotraficantes más grandes de la historia", expresó.
Si bien es imposible decir cuánta cocaína manejó Figueroa, una redada realizada en septiembre en la República Dominicana dio una idea de la magnitud de su operación. En la acción fueron confiscados varios automóviles, incluido un Mercedes Benz blindado con 4,6 millones de dólares en su interior y una computadora portátil llena de datos importantes. Las autoridades dominicanas confiscaron también una hacienda con un pequeño zoológico y otros nueve vehículos, entre ellos dos Ferrari.
"Tiene propiedades, embarcaciones, joyas y dinero allí", dijo Pena.
Por años, pese a estar prófugo, hizo una vida bastante visible en la República Dominicana, donde se codeaba con la clase alta y aparecía con frecuencia en revistas de celebridades. Desde septiembre fueron detenidas numerosas personas acusadas de lavar dinero y ayudar a Figueroa de distintas formas.
Los investigadores creen que compró a muchos policías y funcionarios.
Se acusa a Figueroa de hacer llegar drogas de Colombia a Estados Unidos a través de Puerto Rico, donde se fugó de una cárcel en noviembre de 1999 mostrándole a los guardias una orden de excarcelación falsa. Había pasado cuatro años preso tras ser condenado a 209 años de prisión por el asesinato de un individuo que se supone trató de robar un cargamento de cocaína.
Huyó a la República Dominicana, donde fue arrestado durante una redada en el 2001. Sin embargo, dio otro nombre y al cabo de dos semanas fue liberado, sin que las autoridades se enterasen de su verdadera identidad.
En la República Dominicana tiene orden de captura acusado de secuestro, asesinato, lavado de dinero y tráfico de drogas.
El secretario de justicia estadounidense Eric Holder había comprometido personalmente la ayuda de su país para capturar a Figueroa.
La captura de José Figueroa Agosto el sábado tras una búsqueda de una década fue un gran golpe para el narcotráfico y dejó un vacío en el mundo del hampa que seguramente muchos van a tratar de llenar, según Javier F. Pena, agente especial a cargo de la división del Caribe de la Administración de Control de Drogas (DEA) de los Estados Unidos.
"Este tipo era el líder de su organización", manifestó Pena a la AP. "Cuando cae el capo, su gente se pelea entre sí para tomar el control. En cualquier momento va a empezar a correr la sangre", pronosticó.
Las autoridades dicen que Figueroa es una especie de versión caribeña de Pablo Escobar, el capo colombiano que controló la mayor parte del tráfico de drogas en la década de 1980.
Durante diez años, la fama del mafioso puertorriqueño creció al compás de sus osadas fugas y de sus provocaciones a las policías de la República Dominicana y de Puerto Rico, una isla atractiva para los narcotraficantes por su status de estado libre asociado a los Estados Unidos.
El fin de semana pasado se le acabó la suerte cuando fue divisado por agentes en un barrio de dominicanos de clase obrera de San Juan. Al darse cuenta de que lo seguían, trató de huir a pie, pero fue cercado por agentes locales y del FBI y la DEA. Llevaba una peluca para no ser reconocido.
El gobernador de Puerto Rico dijo en una conferencia de prensa el domingo que había llamado a su colega dominicano Leonel Fernández para hablar del tema y reiterarle la importancia de la colaboración de ambos países en la lucha contra el narcotráfico.
El jefe de la policía José Figueroa Sancha afirmó a su vez que la detención beneficia "no solo a Puerto Rico sino a toda la comunidad internacional".
"Hemos detenido a uno de los narcotraficantes más grandes de la historia", expresó.
Si bien es imposible decir cuánta cocaína manejó Figueroa, una redada realizada en septiembre en la República Dominicana dio una idea de la magnitud de su operación. En la acción fueron confiscados varios automóviles, incluido un Mercedes Benz blindado con 4,6 millones de dólares en su interior y una computadora portátil llena de datos importantes. Las autoridades dominicanas confiscaron también una hacienda con un pequeño zoológico y otros nueve vehículos, entre ellos dos Ferrari.
"Tiene propiedades, embarcaciones, joyas y dinero allí", dijo Pena.
Por años, pese a estar prófugo, hizo una vida bastante visible en la República Dominicana, donde se codeaba con la clase alta y aparecía con frecuencia en revistas de celebridades. Desde septiembre fueron detenidas numerosas personas acusadas de lavar dinero y ayudar a Figueroa de distintas formas.
Los investigadores creen que compró a muchos policías y funcionarios.
Se acusa a Figueroa de hacer llegar drogas de Colombia a Estados Unidos a través de Puerto Rico, donde se fugó de una cárcel en noviembre de 1999 mostrándole a los guardias una orden de excarcelación falsa. Había pasado cuatro años preso tras ser condenado a 209 años de prisión por el asesinato de un individuo que se supone trató de robar un cargamento de cocaína.
Huyó a la República Dominicana, donde fue arrestado durante una redada en el 2001. Sin embargo, dio otro nombre y al cabo de dos semanas fue liberado, sin que las autoridades se enterasen de su verdadera identidad.
En la República Dominicana tiene orden de captura acusado de secuestro, asesinato, lavado de dinero y tráfico de drogas.
El secretario de justicia estadounidense Eric Holder había comprometido personalmente la ayuda de su país para capturar a Figueroa.
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