CARACAS (AFP) - Las elecciones legislativas del 26 de septiembre en Venezuela servirán de "termómetro político" para el mandatario Hugo Chávez, quien ve esta cita como una antesala de las presidenciales de 2012, en las que aspirará a un tercer mandato de seis años, coinciden expertos.
"Esta victoria del 26 va a ser un preludio de lo que aquí va a ocurrir en diciembre de 2012", lanzó Chávez en estos días en un acto del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), que él preside. "De aquí al 2012 lo que quedan son dos años, dos años no es nada", pero "van a ser claves para la revolución", advirtió.
El próximo domingo, más de 17 millones de venezolanos elegirán a los 165 diputados de la Asamblea Nacional (Parlamento) en unos comicios en los que el oficialismo aspira a mantener su aplastante mayoría para garantizar el "futuro de la revolución".
En estas elecciones, el mandatario, que llegó al poder en 1999, inició su "precampaña" para las presidenciales de 2012, acompañando a "sus candidatos" a diputados en caravanas y actos políticos en todo el país.
"Estoy calentando los motores para el 2012. ¡Huele a 2012!", exclamó, entre aplausos de sus seguidores
"En Venezuela hay un proyecto de dominación cuyo fundamento es la continuidad o permanencia del presidente en el poder y en ese sentido fue que impulsó y logró la aprobación de la reelección indefinida", explicó a la AFP Fernando Egaña, analista político.
Chávez obtuvo su último triunfo electoral en febrero de 2009 cuando se aprobó en referéndum su propuesta de realizar una enmienda a la Constitución venezolana para permitir la reelección ilimitada para todos los cargos de elección popular, incluido el de presidente de la República.
"Para Chávez las elecciones son un termómetro político de cara a las presidenciales. Porque puede ganar la mayoría en la Asamblea Nacional, pero ¿con cuántos votos? ¿Los suficientes para ganar en 2012?", se pregunta el sociólogo Antonio Cova, en declaraciones a la AFP.
El carismático líder venezolano arrancó la campaña para las legislativas con una menguada popularidad de entre 46% y 50%, según encuestadoras, un retroceso que responde principalmente a problemas como las alarmantes cifras de inseguridad y los malos indicadores económicos.
No obstante, Chávez sigue teniendo un gran apoyo popular y no se ve eclipsado por ninguna figura, ni en el oficialismo ni la oposición. Por ello, "sigue siendo efectivo" concentrar la campaña de su partido aen su figura, "dejando de lado a los verdaderos candidatos", criticó Egaña.
"Pareciera que el que es diputado en todas partes es Chávez, tiene una tendencia a ocupar un lugar protagónico en todo", complementa Cova.
Chávez ha recorrido numerosos puntos de la geografía venezolana en esta campaña. Subido a un camión y vistiendo su tradicional camisa roja, el 'comandante-presidente' presenta con entusiasmo a sus candidatos e insiste en que votar por ellos es "votar por Chávez".
"Mis candidatos son los del pueblo, los de la revolución", repite a las multitudes que le acompañan.
La oposición, que no tiene representación en el Parlamento desde 2005, cuando no se presentó a las elecciones en un vano intento de boicotearlas, ha criticado fuertemente el protagonismo de Chávez en la campaña.
Pero según el mandatario, participar en la campaña de su partido es su "derecho como ciudadano", por lo que insistió en que lo "verán en las elecciones para la Asamblea, para alcaldes, participando como uno más, y por supuesto, en las presidenciales también".
Chávez, un militar retirado, fue reelecto en 2006 con un contundente 62,84%, que en esa oportunidad se tradujo en más de 7,3 millones de votos y aspira repetir el resultado en 2012.
"Vayan buscando su 'frijolito' (candidato) que en el 2012 los vamos a demoler", lanzó Chávez, confiado en su éxito.
"Esta victoria del 26 va a ser un preludio de lo que aquí va a ocurrir en diciembre de 2012", lanzó Chávez en estos días en un acto del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), que él preside. "De aquí al 2012 lo que quedan son dos años, dos años no es nada", pero "van a ser claves para la revolución", advirtió.
El próximo domingo, más de 17 millones de venezolanos elegirán a los 165 diputados de la Asamblea Nacional (Parlamento) en unos comicios en los que el oficialismo aspira a mantener su aplastante mayoría para garantizar el "futuro de la revolución".
En estas elecciones, el mandatario, que llegó al poder en 1999, inició su "precampaña" para las presidenciales de 2012, acompañando a "sus candidatos" a diputados en caravanas y actos políticos en todo el país.
"Estoy calentando los motores para el 2012. ¡Huele a 2012!", exclamó, entre aplausos de sus seguidores
"En Venezuela hay un proyecto de dominación cuyo fundamento es la continuidad o permanencia del presidente en el poder y en ese sentido fue que impulsó y logró la aprobación de la reelección indefinida", explicó a la AFP Fernando Egaña, analista político.
Chávez obtuvo su último triunfo electoral en febrero de 2009 cuando se aprobó en referéndum su propuesta de realizar una enmienda a la Constitución venezolana para permitir la reelección ilimitada para todos los cargos de elección popular, incluido el de presidente de la República.
"Para Chávez las elecciones son un termómetro político de cara a las presidenciales. Porque puede ganar la mayoría en la Asamblea Nacional, pero ¿con cuántos votos? ¿Los suficientes para ganar en 2012?", se pregunta el sociólogo Antonio Cova, en declaraciones a la AFP.
El carismático líder venezolano arrancó la campaña para las legislativas con una menguada popularidad de entre 46% y 50%, según encuestadoras, un retroceso que responde principalmente a problemas como las alarmantes cifras de inseguridad y los malos indicadores económicos.
No obstante, Chávez sigue teniendo un gran apoyo popular y no se ve eclipsado por ninguna figura, ni en el oficialismo ni la oposición. Por ello, "sigue siendo efectivo" concentrar la campaña de su partido aen su figura, "dejando de lado a los verdaderos candidatos", criticó Egaña.
"Pareciera que el que es diputado en todas partes es Chávez, tiene una tendencia a ocupar un lugar protagónico en todo", complementa Cova.
Chávez ha recorrido numerosos puntos de la geografía venezolana en esta campaña. Subido a un camión y vistiendo su tradicional camisa roja, el 'comandante-presidente' presenta con entusiasmo a sus candidatos e insiste en que votar por ellos es "votar por Chávez".
"Mis candidatos son los del pueblo, los de la revolución", repite a las multitudes que le acompañan.
La oposición, que no tiene representación en el Parlamento desde 2005, cuando no se presentó a las elecciones en un vano intento de boicotearlas, ha criticado fuertemente el protagonismo de Chávez en la campaña.
Pero según el mandatario, participar en la campaña de su partido es su "derecho como ciudadano", por lo que insistió en que lo "verán en las elecciones para la Asamblea, para alcaldes, participando como uno más, y por supuesto, en las presidenciales también".
Chávez, un militar retirado, fue reelecto en 2006 con un contundente 62,84%, que en esa oportunidad se tradujo en más de 7,3 millones de votos y aspira repetir el resultado en 2012.
"Vayan buscando su 'frijolito' (candidato) que en el 2012 los vamos a demoler", lanzó Chávez, confiado en su éxito.
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