Foto cort. AP
Carlos González concreta el tercer título de bateo entre criollos
JOSÉ MANUEL FERNÁNDEZ | EL UNIVERSAL
Resta la jornada de hoy, pero desde ayer ya se podía gritar a los cuatro vientos que Venezuela tiene un tercer campeón bate en Grandes Ligas: Carlos González.
El zuliano no pudo ver acción este fin de semana por la lesión en su muñeca, así que dejó su promedio en .336, tan llamativo como inalcanzable para su principal seguidor, Joey Votto, quien refleja un .323. "Le dedico este título a todos los que confiaron en mí, especialmente mi familia", declaró ayer en la ciudad de San Luis.
En Maracaibo, su familia ya comenzó a celebrar. "Todo lo que ha hecho este año no me sorprende", suelta llena de orgullo su madre, la señora Lucila de González vía telefónica. "Lo que necesitaba era jugar a diario y fíjese lo que ha hecho".
González ha hecho que su madre, su familia, el estado Zulia y Venezuela, se regocijen de alegría -esa que solo las buenas noticias pueden dar- pues con apenas 24 años de edad, se ha puesto al lado de Andrés Galarraga (1993) y Magglio Ordóñez (2007), como los únicos criollos con título de bateo.
"Cuando él tenía cinco años, iba a los juegos de su hermano mayor y en pleno juego se ponía a correr como si estuviera en el campo", recuerda Lucila. "Yo me decía: ese muchacho está como loco (risas)".
Esa locura traducida en pasión fue creciendo con los años, aunque su familia siempre estuvo clara en cuán difícil era que el hermano menor de Euro y Nathalie se convirtiera en pelotero. "Yo decía que era más fácil ser astronauta que beisbolista", recuerda Lucila.
Pero este específico caso, nadie ni nada lo iba a parar. Ni siquiera el hecho de ser cambiado en dos ocasiones antes de llegar a Colorado, en donde ha explotado su potencial y se ha sentido como en casa, sobre todo cuando lo visita su familia. "A él le encantan las sopas y cuando lo visité, le preparaba casi todos los días", revela Lucila. "Estando con él allá, disparó 10 jonrones. ¡No quería que me regresara!". Ya es cuestión de días para que el también jardinero de las Águilas, se reencuentre con la sazón de la madre. "Lo mejor es que volverá a ver a sus sobrinas. Las adora.".
Alessandra, Victoria y Cristina se alegrarán cuando vean a su tío, tal como se alegra el país con su título de bateo.
Resta la jornada de hoy, pero desde ayer ya se podía gritar a los cuatro vientos que Venezuela tiene un tercer campeón bate en Grandes Ligas: Carlos González.
El zuliano no pudo ver acción este fin de semana por la lesión en su muñeca, así que dejó su promedio en .336, tan llamativo como inalcanzable para su principal seguidor, Joey Votto, quien refleja un .323. "Le dedico este título a todos los que confiaron en mí, especialmente mi familia", declaró ayer en la ciudad de San Luis.
En Maracaibo, su familia ya comenzó a celebrar. "Todo lo que ha hecho este año no me sorprende", suelta llena de orgullo su madre, la señora Lucila de González vía telefónica. "Lo que necesitaba era jugar a diario y fíjese lo que ha hecho".
González ha hecho que su madre, su familia, el estado Zulia y Venezuela, se regocijen de alegría -esa que solo las buenas noticias pueden dar- pues con apenas 24 años de edad, se ha puesto al lado de Andrés Galarraga (1993) y Magglio Ordóñez (2007), como los únicos criollos con título de bateo.
"Cuando él tenía cinco años, iba a los juegos de su hermano mayor y en pleno juego se ponía a correr como si estuviera en el campo", recuerda Lucila. "Yo me decía: ese muchacho está como loco (risas)".
Esa locura traducida en pasión fue creciendo con los años, aunque su familia siempre estuvo clara en cuán difícil era que el hermano menor de Euro y Nathalie se convirtiera en pelotero. "Yo decía que era más fácil ser astronauta que beisbolista", recuerda Lucila.
Pero este específico caso, nadie ni nada lo iba a parar. Ni siquiera el hecho de ser cambiado en dos ocasiones antes de llegar a Colorado, en donde ha explotado su potencial y se ha sentido como en casa, sobre todo cuando lo visita su familia. "A él le encantan las sopas y cuando lo visité, le preparaba casi todos los días", revela Lucila. "Estando con él allá, disparó 10 jonrones. ¡No quería que me regresara!". Ya es cuestión de días para que el también jardinero de las Águilas, se reencuentre con la sazón de la madre. "Lo mejor es que volverá a ver a sus sobrinas. Las adora.".
Alessandra, Victoria y Cristina se alegrarán cuando vean a su tío, tal como se alegra el país con su título de bateo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario