Foto cort. de Esa multimedia
Washington/EFE.- La NASA elevó hoy a código "rojo" la seguridad después de detectar que un fragmento de basura espacial podría impactar en la Estación Espacial Internacional y pidió a sus tres tripulantes que estén listos para refugiarse en la nave Soyuz.
"No hay tiempo suficiente para redirigir el rumbo de la estación, como se hizo el viernes pasado debido a otra pieza de desecho, por lo que si la probabilidad de colisión sigue estando en 'rojo', el equipo tendrá que desplazarse a la Soyuz TMA-20", indicó la NASA en un comunicado.
Junto con el Control de Misión en Houston, los tres tripulantes de la Expedición 27, el ruso Dmitry Kondratyev, la estadounidense Cady Coleman y el italiano Paolo Nespoli, siguen la trayectoria de los restos que pertenecen al desaparecido satélite FENGYUN 1C.
El satélite chino fue destruido en 2007 sumándose así a las más de 19.000 piezas de basura espacial que circulan en la órbita de la Tierra, según el observatorio de la NASA que se dedica a su control.
De momento, se calcula que los restos pasarán a 4,5 kilómetros de la estación pero la trayectoria de la basura espacial es muy irregular; por eso la NASA ha establecido los procedimientos de seguridad y los astronautas están preparados para desplazarse a la nave que les llevó en diciembre, acoplada en el módulo Rassvet.
El momento de máximo acercamiento se prevé a las 16.21 horas (20.21 GMT), pero un hora antes el equipo comenzará con los procedimientos de seguridad para sellar las escotillas y configurar los canales de comunicación para asegurarse de que están en contacto con Houston y Moscú.
Según lo previsto hasta ahora, los astronautas se desplazarán a la nave rusa quince minutos antes del momento de máxima aproximación y permanecerán en el interior hasta unos quince minutos después de que pasen los escombros.
No obstante, el Control de Misión continúa vigilando la trayectoria de la basura espacial y si la probabilidad de impacto disminuye y el código de seguridad se cambia a "amarillo" o "verde", la tripulación no tendrá que refugiarse en la Soyuz.
Mientras tanto, el astronauta de la NASA Ron Garan y los cosmonautas rusos Andrey Borisenko y Alexander Samokutyaev continúan su viaje a la estación a bordo de la Soyuz TMA-21, que partió el martes 5 de abril a las a las 02.18 hora de Moscú (22.18 GMT) desde el cosmódromo de Baikonur en Kazajistán.
El trío se acoplará al módulo Poisk a las 23.18 GMT del miércoles, con lo que la tripulación de la Expedición 27 volverá a tener seis miembros, e iniciará una misión de casi seis meses a bordo del laboratorio orbital. EFE
"No hay tiempo suficiente para redirigir el rumbo de la estación, como se hizo el viernes pasado debido a otra pieza de desecho, por lo que si la probabilidad de colisión sigue estando en 'rojo', el equipo tendrá que desplazarse a la Soyuz TMA-20", indicó la NASA en un comunicado.
Junto con el Control de Misión en Houston, los tres tripulantes de la Expedición 27, el ruso Dmitry Kondratyev, la estadounidense Cady Coleman y el italiano Paolo Nespoli, siguen la trayectoria de los restos que pertenecen al desaparecido satélite FENGYUN 1C.
El satélite chino fue destruido en 2007 sumándose así a las más de 19.000 piezas de basura espacial que circulan en la órbita de la Tierra, según el observatorio de la NASA que se dedica a su control.
De momento, se calcula que los restos pasarán a 4,5 kilómetros de la estación pero la trayectoria de la basura espacial es muy irregular; por eso la NASA ha establecido los procedimientos de seguridad y los astronautas están preparados para desplazarse a la nave que les llevó en diciembre, acoplada en el módulo Rassvet.
El momento de máximo acercamiento se prevé a las 16.21 horas (20.21 GMT), pero un hora antes el equipo comenzará con los procedimientos de seguridad para sellar las escotillas y configurar los canales de comunicación para asegurarse de que están en contacto con Houston y Moscú.
Según lo previsto hasta ahora, los astronautas se desplazarán a la nave rusa quince minutos antes del momento de máxima aproximación y permanecerán en el interior hasta unos quince minutos después de que pasen los escombros.
No obstante, el Control de Misión continúa vigilando la trayectoria de la basura espacial y si la probabilidad de impacto disminuye y el código de seguridad se cambia a "amarillo" o "verde", la tripulación no tendrá que refugiarse en la Soyuz.
Mientras tanto, el astronauta de la NASA Ron Garan y los cosmonautas rusos Andrey Borisenko y Alexander Samokutyaev continúan su viaje a la estación a bordo de la Soyuz TMA-21, que partió el martes 5 de abril a las a las 02.18 hora de Moscú (22.18 GMT) desde el cosmódromo de Baikonur en Kazajistán.
El trío se acoplará al módulo Poisk a las 23.18 GMT del miércoles, con lo que la tripulación de la Expedición 27 volverá a tener seis miembros, e iniciará una misión de casi seis meses a bordo del laboratorio orbital. EFE
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