El vicepresidente del Consejo Nacional Transitorio libio, Abdelhafid Ghoga, aseguró este viernes que las tropas de Gadafi “no entrarán jamás” de nuevo en Bengasi, como sucedió horas antes del comienzo de la intervención aliada en Libia.
Ghoga explicó que los rebeldes y la OTAN intentan mejorar la comunicación entre sus fuerzas sobre el terreno y han establecido que a partir de ahora sea una sola persona la que centralice la información en cada parte para transmitirla al instante a la otra.
De este modo, ambas partes pretenden evitar fallos de comunicación sobre la situación de las tropas rebeldes como los de ayer, jueves, cuando los bombardeos aéreos de la OTAN mataron por “error” a cuatro militares insurgentes -dos de ellos de alto rango- además de a un médico que viajaba en una ambulancia, según los sublevados.
Esas cinco víctimas fueron enterradas hoy en el cementerio de Bengasi, después de un emocionante funeral multitudinario en la simbólica Plaza de los Juzgados -epicentro de la revolución- que coincidió con la oración del viernes.
Ghoga aseguró que al menos 10.000 personas han muerto en Libia desde el inicio de la rebelión popular el pasado 16 de febrero, de ellas 2.500 sólo en la ciudad occidental de Zauiya, cerca de Trípoli, que al comienzo del conflicto permaneció cerca de dos semanas asediada por los gadafistas.
En Misrata, la tercera ciudad del país, también en el oeste y que continúa siendo objeto de bombardeos de artillería pesada por parte de las tropas del régimen desde hace un mes y medio, los sublevados no disponen de un balance debido a las dificultades de comunicación con la urbe, pero, según el dirigente del CNT, las víctimas mortales se acercan al millar.
“Estamos en nuestro derecho de pedir armas a Qatar, Francia o Italia, países que nos han reconocido como gobierno legítimo”, dijo Ghoga preguntado sobre si han recibido ya suministros de armamento desde el exterior.
Pese al avance de las huestes gadafistas, que se encuentran a las puertas de la estratégica ciudad de Ajdabiya, a 160 kilómetros de Bengasi, los rebeldes parecen estar desde hace algunos días mejor organizados y disponer de mejor armamento, así como de más uniformes militares y equipamiento, según constató hoy Efe entre los grupos de combatientes que salen hacia el frente.
“Esto ya no es como hace tres semanas; con la OTAN o sin ella, Gadafi jamás volverá a entrar en Bengasi y conseguiremos, más temprano que tarde, acabar definitivamente con él y con su régimen”, aseveró el vicepresidente rebelde.
Ghoga explicó que los rebeldes y la OTAN intentan mejorar la comunicación entre sus fuerzas sobre el terreno y han establecido que a partir de ahora sea una sola persona la que centralice la información en cada parte para transmitirla al instante a la otra.
De este modo, ambas partes pretenden evitar fallos de comunicación sobre la situación de las tropas rebeldes como los de ayer, jueves, cuando los bombardeos aéreos de la OTAN mataron por “error” a cuatro militares insurgentes -dos de ellos de alto rango- además de a un médico que viajaba en una ambulancia, según los sublevados.
Esas cinco víctimas fueron enterradas hoy en el cementerio de Bengasi, después de un emocionante funeral multitudinario en la simbólica Plaza de los Juzgados -epicentro de la revolución- que coincidió con la oración del viernes.
Ghoga aseguró que al menos 10.000 personas han muerto en Libia desde el inicio de la rebelión popular el pasado 16 de febrero, de ellas 2.500 sólo en la ciudad occidental de Zauiya, cerca de Trípoli, que al comienzo del conflicto permaneció cerca de dos semanas asediada por los gadafistas.
En Misrata, la tercera ciudad del país, también en el oeste y que continúa siendo objeto de bombardeos de artillería pesada por parte de las tropas del régimen desde hace un mes y medio, los sublevados no disponen de un balance debido a las dificultades de comunicación con la urbe, pero, según el dirigente del CNT, las víctimas mortales se acercan al millar.
“Estamos en nuestro derecho de pedir armas a Qatar, Francia o Italia, países que nos han reconocido como gobierno legítimo”, dijo Ghoga preguntado sobre si han recibido ya suministros de armamento desde el exterior.
Pese al avance de las huestes gadafistas, que se encuentran a las puertas de la estratégica ciudad de Ajdabiya, a 160 kilómetros de Bengasi, los rebeldes parecen estar desde hace algunos días mejor organizados y disponer de mejor armamento, así como de más uniformes militares y equipamiento, según constató hoy Efe entre los grupos de combatientes que salen hacia el frente.
“Esto ya no es como hace tres semanas; con la OTAN o sin ella, Gadafi jamás volverá a entrar en Bengasi y conseguiremos, más temprano que tarde, acabar definitivamente con él y con su régimen”, aseveró el vicepresidente rebelde.
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