El desencanto pica y se extiende. Son doce años de promesas y ofertas, la inmensa mayoría de ellas sin cumplir. Puro cuento transmitido por radio y TV. Una buena parte de los venezolanos compraron el discurso, le han dado su apoyo durante más de una década pero la esperanza se agota y la paciencia también.
Es lo que le ocurrió a este ciudadano que decidió salir a la calle, él sólo, a expresar algo que muchos comparten: que la "revolución" bonita no se ve por ninguna parte, que todo no es más que promesas repetidas y recicladas que terminan convertidas en mentiras cada vez más insoportables. Afortunadamente, la democracia tiene remedio para todo esto.Cort. TalCualDigital
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