Por: VenEconomía
Jorge Giordani, ministro de Finanzas y Planificación, informa con gran alegría que: 1) Para los doce meses finalizados el 30 de abril de 2011, la inflación en el Área Metropolitana de Caracas (IPC-AMC) fue de "tan solo" 23,9%, ocho puntos menos que los doce meses finalizados en abril de 2010. 2) Para el cierre del año proyecta una desaceleración adicional de la misma.
Si se toman por ciertas las cifras de Giordani, ésta sería la inflación más baja desde 2006.
Lamentablemente, la mejora anunciada por Giordani es una ilusión. Si se analiza detenidamente, se observa, que lo que impacta hacia la baja el IPC del área Metropolitana de Caracas son los precios de los productos agrícolas, en especial las hortalizas. Esto debido a razones estacionales que periódicamente lleva los precios de este rubro a niveles más bajos, así como los ajustes en el consumo que ha tenido que hacer el venezolano por falta de ingresos justos.
La forma más apropiada para medir y proyectar la inflación es el analizar el comportamiento del Núcleo Inflacionario. Este muestra la inflación real del país, ya que no incluye en su medición los rubros que tienen precios volátiles tales como las hortalizas ni tampoco los regulados.
Para abril de 2011, la inflación de doce meses del Núcleo asciende a 32,0%, muy similaral a la del año precedente, que fue de 32,8%.Esto indicaría que la inflación de hoy es la misma, o muy similar, a la del año pasado.
Analizando con mas detalle, resulta que el acumulado en lo que va de 2011 es 12,4%, o sea 2,4% más que en los primeros cuatro meses de 2010. Visto así, se desprende que las presiones inflacionarias van en aumento, lo contrario a lo que afirma el Ministro Giordani.
A esto hay que agregar que la economía todavía no ha absorbido en su totalidad los efectos de la devaluación de enero de 2011, ya que los contados ajustes de precios autorizados hasta ahora han sido insuficientes y, peor, mantienen los precios por debajo del costo al productor.
También, falta absorber el impacto de los incrementos del salario mínimo y del tabulador salarial recién anunciados.
Ante su fracaso para controlar la inflación, el gobierno propone un "remedio" que es aún peor que la enfermedad - una Ley de Costos, Precios y Salarios cuyo efecto principal sería estrangular aún más la producción.
Lamentablemente, el Gobierno no quiere entender que la solución al problema inflacionario que agobia a los venezolanos, pasa por quitarle los obstáculos y el cerco legal al sector productivo, atraer la inversión privada con reglas de juego claras y sincerar los precios como lo hicieron Carlos Andrés Pérez en 1989 y Rafael Caldera en 1996. Si bien es verdad que la sinceración de los precios genera un "pico" inflacionario al "liberar" la inflación reprimida, también es verdad que ningún país ha derrotado la inflación sin cruzar el río Rubicón.
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