Aunque Estados Unidos se ha anotado un gran gol y probablemente Obama ha pavimentado unos cuantos largos kilómetros en su camino hacia la reelección, el terrorismo es un fenómeno que no dependía ni depende de una sola figura
Por: Simón Boccanegra/TalCualDigital
Finalmente los gringos se quitaron de encima a su Némesis. Tras diez años de cacería terminaron encontrándolo y arreglaron sus cuentas con él. Como era obvio, quien había hecho del terrorismo y del asesinato indiscriminado de inocentes el instrumento de su lucha no iba a morir a sombrerazos.
Sin duda, Bin Laden lo sabía y había escogido no sólo su forma de vivir sino también la de morir. ¿Significa, sin embargo, su desaparición la victoria de Estados Unidos en lo que Bush llamó "la guerra contra el terrorismo"?
Aunque Estados Unidos se ha anotado un gran gol y probablemente Obama ha pavimentado unos cuantos largos kilómetros en su camino hacia la reelección, el terrorismo es un fenómeno que no dependía ni depende de una sola figura. Hablo esencialmente del terrorismo de raíces mesorientales. ¿En Irak existe hoy más o menos terrorismo que antes de la invasión? Mucho más.
A cada rato un bombazo sacude Bagdad, dejando una sangrienta estela de muerte. ¿En Afganistán la presencia militar de las potencias ha contenido o potenciado el terrorismo? Basta seguir las noticias para saber que ahora es peor la situación. Porque el epicentro del terrorismo está en las tierras bíblicas.
Mientras no sea satisfecha la justa aspiración palestina a su hogar nacional y mientras en Israel siga privando ese gobierno de gorilas fascistoides que es el de Netanyahu, que hace todo por bloquear cualquier solución pacífica, el terrorismo seguirá contando con el deletéreo caldo de cultivo del cual hoy se nutre. Al Qaeda es una franquicia. ¿Murió Bin Laden? Ya habrá otros que lo sustituyan, amparados bajo la misma bandera.
El no era el problema. Mientras en Estados Unidos no se entienda esto bien y no se comprometan a fondo en la creación de los dos Estados en Palestina e Israel, la desaparición de Bin Laden no habrá sido sino un episodio más trascendente, que duda cabe, pero un episodio más de la interminable "guerra contra el terrorismo".
Por: Simón Boccanegra/TalCualDigital
Finalmente los gringos se quitaron de encima a su Némesis. Tras diez años de cacería terminaron encontrándolo y arreglaron sus cuentas con él. Como era obvio, quien había hecho del terrorismo y del asesinato indiscriminado de inocentes el instrumento de su lucha no iba a morir a sombrerazos.
Sin duda, Bin Laden lo sabía y había escogido no sólo su forma de vivir sino también la de morir. ¿Significa, sin embargo, su desaparición la victoria de Estados Unidos en lo que Bush llamó "la guerra contra el terrorismo"?
Aunque Estados Unidos se ha anotado un gran gol y probablemente Obama ha pavimentado unos cuantos largos kilómetros en su camino hacia la reelección, el terrorismo es un fenómeno que no dependía ni depende de una sola figura. Hablo esencialmente del terrorismo de raíces mesorientales. ¿En Irak existe hoy más o menos terrorismo que antes de la invasión? Mucho más.
A cada rato un bombazo sacude Bagdad, dejando una sangrienta estela de muerte. ¿En Afganistán la presencia militar de las potencias ha contenido o potenciado el terrorismo? Basta seguir las noticias para saber que ahora es peor la situación. Porque el epicentro del terrorismo está en las tierras bíblicas.
Mientras no sea satisfecha la justa aspiración palestina a su hogar nacional y mientras en Israel siga privando ese gobierno de gorilas fascistoides que es el de Netanyahu, que hace todo por bloquear cualquier solución pacífica, el terrorismo seguirá contando con el deletéreo caldo de cultivo del cual hoy se nutre. Al Qaeda es una franquicia. ¿Murió Bin Laden? Ya habrá otros que lo sustituyan, amparados bajo la misma bandera.
El no era el problema. Mientras en Estados Unidos no se entienda esto bien y no se comprometan a fondo en la creación de los dos Estados en Palestina e Israel, la desaparición de Bin Laden no habrá sido sino un episodio más trascendente, que duda cabe, pero un episodio más de la interminable "guerra contra el terrorismo".
No hay comentarios:
Publicar un comentario