Puerto La Cruz.- La medida de suspensión de las ventas de boletos en las oficinas de Conferry de Puerto La Cruz, anunciada por el alcalde de Sotillo, Stalin Fuentes, no se cumplió ayer, mientras los conductores de carga pesada exigieron que les agilicen el viaje hasta Margarita, por cuanto llevan alimentos y medicinas.
La primera autoridad municipal, tomó la medida del cierre de la boletería por la deuda acumulada de un millón de bolívares que presenta la naviera con la municipalidad, sólo por concepto de alquiler de la terminal marítimo.
Sin embargo, este viernes, se vendieron pasajes de manera regular para los ferrys con salidas, a las dos y cuatro de la tarde, y dos de la madrugada. Aunque había muy poca gente en la terminal marítima, se expendieron algunos, hasta que en las oficinas de Conferry en horas del mediodía, se reportó un apagón, mientras que las dependencias de Costemar, otra operadora turística de Anzoátegui, permanecía con electricidad.
Una lista fue colocada al mediodía en la taquilla principal de Conferry, para indicarle a los choferes del transporte pesado, quiénes estaban autorizados para el traslado a Margarita.
Eran 28 gandolas las que tenían cupos para la tarde y la noche, de las cuales 19 eran de alimentos, una de medicina y las otras trasladaban diferentes rubros de primera necesidad.
Los conductores que no salieron en el listado principal pidieron ser incorporados, pues muchos llevaban alimentos y en más de una ocasión se les ha dañado al no conseguir cupo en las embarcaciones.
A pesar de la medida del alcalde Stalin Fuentes, la movilización marítima no fue paralizada en el muelle, lo que se prohibió intermitentemente fue la venta de nuevos pasajes.
El chofer, Miguel Ángel Velásquez, esperaba desde el jueves salir desde Anzoátegui para llevar cemento a la Isla de Margarita, mientras que Martín Rea, trasladaba pintura y señaló que este viernes, el terminal lo abrieron a las diez de la mañana, sin inconvenientes.
Muchos de los transportistas, acotaron que si no hubieran abierto el puerto, pensaban trancar el paso por la avenida principal del puerto en protesta por la tardanza en la salida de los barcos, lo que les genera pérdidas económicas, ya que se consumen sus viáticos esperando partir hacia Nueva Esparta.
La primera autoridad municipal, tomó la medida del cierre de la boletería por la deuda acumulada de un millón de bolívares que presenta la naviera con la municipalidad, sólo por concepto de alquiler de la terminal marítimo.
Sin embargo, este viernes, se vendieron pasajes de manera regular para los ferrys con salidas, a las dos y cuatro de la tarde, y dos de la madrugada. Aunque había muy poca gente en la terminal marítima, se expendieron algunos, hasta que en las oficinas de Conferry en horas del mediodía, se reportó un apagón, mientras que las dependencias de Costemar, otra operadora turística de Anzoátegui, permanecía con electricidad.
Una lista fue colocada al mediodía en la taquilla principal de Conferry, para indicarle a los choferes del transporte pesado, quiénes estaban autorizados para el traslado a Margarita.
Eran 28 gandolas las que tenían cupos para la tarde y la noche, de las cuales 19 eran de alimentos, una de medicina y las otras trasladaban diferentes rubros de primera necesidad.
Los conductores que no salieron en el listado principal pidieron ser incorporados, pues muchos llevaban alimentos y en más de una ocasión se les ha dañado al no conseguir cupo en las embarcaciones.
A pesar de la medida del alcalde Stalin Fuentes, la movilización marítima no fue paralizada en el muelle, lo que se prohibió intermitentemente fue la venta de nuevos pasajes.
El chofer, Miguel Ángel Velásquez, esperaba desde el jueves salir desde Anzoátegui para llevar cemento a la Isla de Margarita, mientras que Martín Rea, trasladaba pintura y señaló que este viernes, el terminal lo abrieron a las diez de la mañana, sin inconvenientes.
Muchos de los transportistas, acotaron que si no hubieran abierto el puerto, pensaban trancar el paso por la avenida principal del puerto en protesta por la tardanza en la salida de los barcos, lo que les genera pérdidas económicas, ya que se consumen sus viáticos esperando partir hacia Nueva Esparta.
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