Por: VenEconomía
En el VenEconomía OPINA del martes 14 de junio, se afirmó que el de Hugo Chávez es un régimen que ha impuesto control, control y más control en Venezuela, sin importarle que el costo hayan sido los campos secos, la destrucción de industrias y un pueblo sumido en la ruina y el hambre.
Pero parece que VenEconomía se quedó corta en el alcance del control de la vida ciudadana y en el afán destructor al que aspira llegar el régimen, tomando en cuenta la Ley Orgánica de Educación Física y Deportes que se debate en la Asamblea Nacional.
Esta nueva Ley "socialista" sigue la misma senda de legislar en negativo que ha caracterizado todas las normativas de la era de Chávez. Y continúa con la usanza revolucionaria de espoliar a sus propietarios todo aquello, que está construido, es productivo y marcha por buen camino.
Si bien la Ley de Deportes vigente desde 1995 caracterizó el fomento, la promoción, el desarrollo y la práctica del deporte como un área "de utilidad pública", también obligaba al Estado a la construcción, dotación, mantenimiento y protección de la infraestructura deportiva nacional y establecía que la actividad deportiva estaba fundamentada "en los principios de democracia, autonomía, participación, autogestión, descentralización, desconcentración y solidaridad".
La nueva ley socialista declararía la práctica de la educación física y el deporte de "interés general, servicio público, utilidad pública e interés social", bajo parámetros de masificación. Centralizaría en manos del Ejecutivo Nacional "la rectoría, planificación y manejo económico". Y su ámbito de acción incluiría a "todas las obras y actividades necesarias para cumplir lo estipulado en la (nueva) Ley".
Es decir, todo, todito lo referente a la educación física y el deporte, al ser aprobada esta Ley podría caer en las manos expropiadoras del Gobierno: Desde la más mínima cancha de bolas criollas de algún pueblito lejano, hasta los clubes, federaciones e institutos deportivos del país, pasando por tiendas de venta de insumos deportivos, y dejando fuera de juego a las empresas patrocinantesde equipos.
Es fácil visualizar el destino del deporte y de la educación física de los venezolanos: abandono, destrucción, quiebra y más delincuencia.
Quien aún piense que son exageraciones, échenle una miradita a las tierras del Sur del Lago o a las del Valle del Río Turbio, a las aduanas, a los ex hipermercados Éxito, a los complejos urbanísticos expropiados en diciembre de 2010. O bien cuenten la frecuencia y la duración de los apagones diarios que se registran en casi todo el territorio nacional desde que al Gobierno le dio por controlar todo el servicio eléctrico nacional.
Pero parece que VenEconomía se quedó corta en el alcance del control de la vida ciudadana y en el afán destructor al que aspira llegar el régimen, tomando en cuenta la Ley Orgánica de Educación Física y Deportes que se debate en la Asamblea Nacional.
Esta nueva Ley "socialista" sigue la misma senda de legislar en negativo que ha caracterizado todas las normativas de la era de Chávez. Y continúa con la usanza revolucionaria de espoliar a sus propietarios todo aquello, que está construido, es productivo y marcha por buen camino.
Si bien la Ley de Deportes vigente desde 1995 caracterizó el fomento, la promoción, el desarrollo y la práctica del deporte como un área "de utilidad pública", también obligaba al Estado a la construcción, dotación, mantenimiento y protección de la infraestructura deportiva nacional y establecía que la actividad deportiva estaba fundamentada "en los principios de democracia, autonomía, participación, autogestión, descentralización, desconcentración y solidaridad".
La nueva ley socialista declararía la práctica de la educación física y el deporte de "interés general, servicio público, utilidad pública e interés social", bajo parámetros de masificación. Centralizaría en manos del Ejecutivo Nacional "la rectoría, planificación y manejo económico". Y su ámbito de acción incluiría a "todas las obras y actividades necesarias para cumplir lo estipulado en la (nueva) Ley".
Es decir, todo, todito lo referente a la educación física y el deporte, al ser aprobada esta Ley podría caer en las manos expropiadoras del Gobierno: Desde la más mínima cancha de bolas criollas de algún pueblito lejano, hasta los clubes, federaciones e institutos deportivos del país, pasando por tiendas de venta de insumos deportivos, y dejando fuera de juego a las empresas patrocinantesde equipos.
Es fácil visualizar el destino del deporte y de la educación física de los venezolanos: abandono, destrucción, quiebra y más delincuencia.
Quien aún piense que son exageraciones, échenle una miradita a las tierras del Sur del Lago o a las del Valle del Río Turbio, a las aduanas, a los ex hipermercados Éxito, a los complejos urbanísticos expropiados en diciembre de 2010. O bien cuenten la frecuencia y la duración de los apagones diarios que se registran en casi todo el territorio nacional desde que al Gobierno le dio por controlar todo el servicio eléctrico nacional.
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