Ahora que la voz del comandante-presidente no retumba en los pasillos de Miraflores, el PSUV ha retornado a la vieja pregunta de quién se encarga de la revolución. Hay versiones que otorgan a Diosdado Cabello ese rol, pero otros afirman que el hombre fuerte es Nicolás Maduro, situación que se ha vuelto una película de suspenso. Para completar el muy astuto paciente de La Habana no se atreve a designar a nadie expresamente. Se sabe que dentro del partido rojo, Diosdado es un hombre sin influencia; pero afuera mantiene fuertes vínculos con militares y operadores prochavistas que lo hacen aparecer como el líder sucesor ante la opinión pública. ¿Quién ganará? Amanecerá y veremos.
Foto: Saúl Uzcátegui/TalCualDigital
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