(Foto: http://www.sxc.hu)
Amsterdam (DPA). ¿Un hotel cinco estrellas para arreglar, de manera pacífica, un divorcio, champán de por medio, durante un fin de semana en Amsterdam? Desde esta semana es posible, con la apertura del Heartbreak Hotel, el hotel de los corazones rotos.
El objetivo de los organizadores es claro: “¿por qué un divorcio tiene, a la fuerza, que ser traumático?”, se pregunta uno de los promotores de la iniciativa, Jym Halfens.
El exclusivo “hotel para divorciados” no solo sirve para arreglar los detalles de una separación o un divorcio, también pretende abordar “en positivo” los problemas de pareja, con la asistencia de un psicólogo, para intentar que las dos partes enfrentadas puedan reconciliarse, apunta Halfens en declaraciones que publica hoy el periódico “AD”.
No obstante, el hotel de los corazones rotos no es una organización caritativa ni benévola: todo tiene un precio, en concreto 2.500 euros (unos 2.800 dólares) por fin de semana.
Por ese precio el Heartbreak Hotel ofrece habitación individual de lujo y ayuda de un “mediador”, en caso de parejas que están en plena crisis pero todavía no han dado el paso de separarse.
Si la cosa va a más, la dirección pone a disposición de las parejas (heterosexuales y homosexuales) la asistencia de abogado y psicólogo.
El ambiente, al menos, es distendido. Habitaciones con jacuzzi, servicio de masajes, y todo lo que se podría imaginar en un hotel “convencional”, solo que en este peculiar hotel el entorno está creado para favorecer el entendimiento y el diálogo, cuenta Halfens.
“Ofrecemos un fin de semana tranquilo, pero al mismo tiempo de duro trabajo. Las parejas que vengan aquí, tienen que salir por la puerta con un acuerdo pacífico entre manos”, agrega el dueño.
Hasta la fecha, siete parejas han hecho las primeras reservas para este próximo fin de semana.
“Se trata, sobre todo, de personas con mucho estrés, que no quieren pasarse largos meses peleándose por la pensión alimenticia de sus hijos o por otros detalles desagradables de los divorcios. Quieren arreglar las cosas con buen ánimo”, subraya Marie-Louise van As, la “abogada-mediadora” de este exclusivo hotel.
El objetivo de los organizadores es claro: “¿por qué un divorcio tiene, a la fuerza, que ser traumático?”, se pregunta uno de los promotores de la iniciativa, Jym Halfens.
El exclusivo “hotel para divorciados” no solo sirve para arreglar los detalles de una separación o un divorcio, también pretende abordar “en positivo” los problemas de pareja, con la asistencia de un psicólogo, para intentar que las dos partes enfrentadas puedan reconciliarse, apunta Halfens en declaraciones que publica hoy el periódico “AD”.
No obstante, el hotel de los corazones rotos no es una organización caritativa ni benévola: todo tiene un precio, en concreto 2.500 euros (unos 2.800 dólares) por fin de semana.
Por ese precio el Heartbreak Hotel ofrece habitación individual de lujo y ayuda de un “mediador”, en caso de parejas que están en plena crisis pero todavía no han dado el paso de separarse.
Si la cosa va a más, la dirección pone a disposición de las parejas (heterosexuales y homosexuales) la asistencia de abogado y psicólogo.
El ambiente, al menos, es distendido. Habitaciones con jacuzzi, servicio de masajes, y todo lo que se podría imaginar en un hotel “convencional”, solo que en este peculiar hotel el entorno está creado para favorecer el entendimiento y el diálogo, cuenta Halfens.
“Ofrecemos un fin de semana tranquilo, pero al mismo tiempo de duro trabajo. Las parejas que vengan aquí, tienen que salir por la puerta con un acuerdo pacífico entre manos”, agrega el dueño.
Hasta la fecha, siete parejas han hecho las primeras reservas para este próximo fin de semana.
“Se trata, sobre todo, de personas con mucho estrés, que no quieren pasarse largos meses peleándose por la pensión alimenticia de sus hijos o por otros detalles desagradables de los divorcios. Quieren arreglar las cosas con buen ánimo”, subraya Marie-Louise van As, la “abogada-mediadora” de este exclusivo hotel.
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