Un señor de 70 años requirió atención médica urgente, fue llevado a una clínica privada donde espero 4 horas para ser atendido. Pero el detalle, obviado hasta ahora, es que la empresa aseguradora de este incidente es propiedad del Estado
Por: Simón Boccanegra/TalCualDigital
El pasado martes ocurrió en Maracay un hecho lamentable. Un señor de 70 años requirió atención médica urgente, fue llevado a una clínica privada donde espero 4 horas para ser atendido porque el seguro no daba la clave, pasado ese tiempo, el ciudadano expiró. Por el caso hay cuatro detenidos entre el personal de la clínica, y se anuncian más.
La acción es condenable, porque es inaceptable que alguien muera por esa razón. Así como la actuación del personal de la clínica no tiene excusa, tampoco la del seguro. ¿Cómo se puede tardar cuatro horas en dar una clave? Pero el detalle, obviado hasta ahora, es que la empresa aseguradora de este incidente es propiedad del Estado, y que al parecer se comporta como algunas privadas a la hora de dar claves.
Otro punto a destacar es que el fallecido había sido llevado previamente, según el diario aragüeño El Clarin, al Hospital Militar de Maracay donde no le hicieron ni placa, ni examen profundo, y le dijeron que estaba bien. ¿Meterán presos al director y demás personal responsable del caso, siendo de una institución castrense? Ver para creer.
En la información del El Universal se dice que el paciente fue llevado a dos centros públicos y otro privado antes de llegar a la clínica donde falleció, “donde no pudo ser atendido por congestionamiento y falta de equipos especializados”, ¿serán investigados? el privado seguramente pero el público, lo dudamos.
El tercer elemento del drama es la actuación del Indepabis. Aunque hace ya meses prohibieron a las clínicas rechazar a pacientes bajo la excusa de la falta de clave, éstas lo siguen haciendo, pero el organismo no actúa. En este lamentable caso, el fallecido era el padre de una diputada del PSUV en el Consejo Legislativo de Aragua, lo que explica en buena parte la celeridad en la acción del Indepabis.
Este caso demuestra, una vez más, la hipocresía de los personeros gubernamentales y también la falta de cumplimiento del juramento hipocrático por parte de algunos médicos.
Por: Simón Boccanegra/TalCualDigital
El pasado martes ocurrió en Maracay un hecho lamentable. Un señor de 70 años requirió atención médica urgente, fue llevado a una clínica privada donde espero 4 horas para ser atendido porque el seguro no daba la clave, pasado ese tiempo, el ciudadano expiró. Por el caso hay cuatro detenidos entre el personal de la clínica, y se anuncian más.
La acción es condenable, porque es inaceptable que alguien muera por esa razón. Así como la actuación del personal de la clínica no tiene excusa, tampoco la del seguro. ¿Cómo se puede tardar cuatro horas en dar una clave? Pero el detalle, obviado hasta ahora, es que la empresa aseguradora de este incidente es propiedad del Estado, y que al parecer se comporta como algunas privadas a la hora de dar claves.
Otro punto a destacar es que el fallecido había sido llevado previamente, según el diario aragüeño El Clarin, al Hospital Militar de Maracay donde no le hicieron ni placa, ni examen profundo, y le dijeron que estaba bien. ¿Meterán presos al director y demás personal responsable del caso, siendo de una institución castrense? Ver para creer.
En la información del El Universal se dice que el paciente fue llevado a dos centros públicos y otro privado antes de llegar a la clínica donde falleció, “donde no pudo ser atendido por congestionamiento y falta de equipos especializados”, ¿serán investigados? el privado seguramente pero el público, lo dudamos.
El tercer elemento del drama es la actuación del Indepabis. Aunque hace ya meses prohibieron a las clínicas rechazar a pacientes bajo la excusa de la falta de clave, éstas lo siguen haciendo, pero el organismo no actúa. En este lamentable caso, el fallecido era el padre de una diputada del PSUV en el Consejo Legislativo de Aragua, lo que explica en buena parte la celeridad en la acción del Indepabis.
Este caso demuestra, una vez más, la hipocresía de los personeros gubernamentales y también la falta de cumplimiento del juramento hipocrático por parte de algunos médicos.
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