SAO PAULO (Reuters) - La nube de cenizas expelida por la cadena chilena de volcanes Puyehue-Cordón Caulle llegó a las ciudades de Porto Alegre y Florianópolis en Brasil, donde al igual que en Argentina y Uruguay siguen suspendidas algunas operaciones aéreas, según reportes de autoridades el martes.
La Fuerza Aérea Brasileña (FAB), basada en informaciones del centro argentino responsable por vigilar las cenizas que han afectado al tráfico aéreo en el Cono Sur, reportó que la nube comenzó a llegar a territorio del gigante sudamericano.
"Ella (la nube de cenizas) se despliega en dirección noreste, básicamente en el sentido de (la ciudad de) Navegantes (en el estado de Santa Catarina)", dijo el mayor Ricardo Brito, del Centro de Operaciones de Navegación Aérea de la FAB, con sede en Río de Janeiro.
La aerolínea TAM informó que reanudó el martes los vuelos hacia Montevideo, en Uruguay, pero agregó que continúan suspendidas las operaciones en el aeropuerto de Ezeiza, en Buenos Aires.
La línea aérea Gol afirmó que mantiene cancelados sus vuelos hacia Buenos Aires y Rosario, en Argentina, y a Montevideo.
Según informaciones de la estatal Empresa Brasileña de Infraestructura Aeroportuaria (Infraero), hasta la mañana del martes más de un 20 por ciento de las salidas internacionales fueron canceladas.
El aeropuerto con mayor número de vuelos cancelados era el de Guarulhos, en Sao Paulo, seguido por el de Galeao, en Río de Janeiro.
Los dos principales aeropuertos de Argentina llegaron a prepararse el lunes en la noche para la reapertura de las terminales, pero un cambio en los vientos llevó las cenizas volcánicas nuevamente a la región.
La cadena volcánica chilena Puyehue-Cordón Caulle entró en erupción hace nueve días, lanzando una nube de humo y cenizas que cubrieron varias ciudades.
Localidades cordilleranas argentinas, como San Carlos de Bariloche y Villa La Angostura, están cubiertas por las cenizas, que cambiaron el color del agua tradicionalmente azul de sus lagos.
Ambas ciudades turísticas estaban prácticamente vacías debido al cierre de los aeropuertos. Las clases en las escuelas fueron suspendidas y la prensa local dijo que la población enfrenta dificultades para conseguir combustible cuando quedan pocos días para el comienzo de la temporada de invierno.
Las autoridades argentinas decretaron emergencia agropecuaria en la región como consecuencia de las cenizas.
La Fuerza Aérea Brasileña (FAB), basada en informaciones del centro argentino responsable por vigilar las cenizas que han afectado al tráfico aéreo en el Cono Sur, reportó que la nube comenzó a llegar a territorio del gigante sudamericano.
"Ella (la nube de cenizas) se despliega en dirección noreste, básicamente en el sentido de (la ciudad de) Navegantes (en el estado de Santa Catarina)", dijo el mayor Ricardo Brito, del Centro de Operaciones de Navegación Aérea de la FAB, con sede en Río de Janeiro.
La aerolínea TAM informó que reanudó el martes los vuelos hacia Montevideo, en Uruguay, pero agregó que continúan suspendidas las operaciones en el aeropuerto de Ezeiza, en Buenos Aires.
La línea aérea Gol afirmó que mantiene cancelados sus vuelos hacia Buenos Aires y Rosario, en Argentina, y a Montevideo.
Según informaciones de la estatal Empresa Brasileña de Infraestructura Aeroportuaria (Infraero), hasta la mañana del martes más de un 20 por ciento de las salidas internacionales fueron canceladas.
El aeropuerto con mayor número de vuelos cancelados era el de Guarulhos, en Sao Paulo, seguido por el de Galeao, en Río de Janeiro.
Los dos principales aeropuertos de Argentina llegaron a prepararse el lunes en la noche para la reapertura de las terminales, pero un cambio en los vientos llevó las cenizas volcánicas nuevamente a la región.
La cadena volcánica chilena Puyehue-Cordón Caulle entró en erupción hace nueve días, lanzando una nube de humo y cenizas que cubrieron varias ciudades.
Localidades cordilleranas argentinas, como San Carlos de Bariloche y Villa La Angostura, están cubiertas por las cenizas, que cambiaron el color del agua tradicionalmente azul de sus lagos.
Ambas ciudades turísticas estaban prácticamente vacías debido al cierre de los aeropuertos. Las clases en las escuelas fueron suspendidas y la prensa local dijo que la población enfrenta dificultades para conseguir combustible cuando quedan pocos días para el comienzo de la temporada de invierno.
Las autoridades argentinas decretaron emergencia agropecuaria en la región como consecuencia de las cenizas.
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