No es noticia, ministro Garcés, que su gobierno expropió las autopistas y carreteras nacionales, comprendidos en el acto sus huecos, fallas de borde, derrumbes y todas las calamidades juntas, pero... algo habrá que hacer para, bueno dejemos la necedad, si usted tan bien lo sabe... Un detallito, sin embargo.
La autopista hacia Higuerote, obra de la revolución, apenitas estrenada mostró su vulnerabilidad, la cual se evidenció con el madre hueco que de lado y lado provocaron las lluvias del año pasado y que, justo es reconocerlo, ya fue tapado...
Pero la vía sigue pésima, sin raya blanca en el medio para guiar a los conductores noctámbulos, muchos de ellos burgueses sin remedio que tienen la insolencia de viajar a las playas barloventeñas sin el menor asomo solidario.
Si le hablara de frenazos y sustos de choferes que entre la oscuridad costeña y los palos de agua se quedan claros y sin vista, perdiendo el sentido del manejo por falta de una rayita blanca que los salve de un mortal accidente...
Ejemplo, jovial ministro, que no se despeluca sino cuando lo regaña el jefazo, sólo piense que en medio de tanta carramentazón, viaja gente de Río Chico, Curiepe, Birongo y poblados de gente humilde que no tiene por qué cargar con los obstáculos en la vía, por muy merecidos que se lo tenga la sifrinería.
TalCualDigital
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