El béisbol es muy popular en Venezuela, pero la incertidumbre generada por las políticas del presidente Hugo Chávez está llevando a los clubes de las Grandes Ligas a dejar de invertir en el país, optando por desarrollar campos de entrenamiento en República Dominicana.
Desde que llegó al poder en 1999, el socialista Chávez ha nacionalizado grandes sectores de la economía venezolana. Y en lo deportivo, su mentor, el cubano Fidel Castro, prohibió por completo la práctica profesional del deporte.
Venezuela sigue siendo una fuente importante de jugadores de las Grandes Ligas de Estados Unidos, (MLB, por su sigla en inglés), pero el número de complejos de entrenamiento que tienen sus equipos en el país se ha reducido a cinco, cuando hace una década había cerca de tres veces más.
“El temor es que de la noche a la mañana se aprueben leyes o se tomen decisiones en contra del deporte profesional, que afecten nuestras operaciones en Venezuela”, dijo Oscar García, un explorador local de los Tigres de Detroit, que todavía tiene un campo de entrenamiento en el país.
“Las reglas no son muy claras. La industria no se arriesga a invertir en infraestructura como campos de entrenamientos, gimnasios o las clases de inglés que necesita una academia”, agregó.
Chávez quien a menudo califica de “Imperio” a Estados Unidos, lo acusa de conspirar para invadir al país miembro de la OPEP, con el fin de quedarse con sus vastas reservas de petróleo. Washington ha dicho que la afirmación es un disparate.
Las tensiones no han obstaculizado el hecho de que el país sudamericano siga incrementando su presencia en la lista de las Grandes Ligas. En el inicio de la temporada 2011 había 62 jugadores nacidos en Venezuela en la MLB.
El béisbol fue llevado a la nación sudamericana por los trabajadores petroleros estadounidenses a principios del siglo pasado. La televisión local está llena de partidos transmitidos desde Estados Unidos y el propio Chávez es un buen jugador que alguna vez soñó con lanzar en las Grandes Ligas.
Tales sueños persisten entre los niños venezolanos tentados por la gloria y las grandes cifras de dinero que pueden ganar con una carrera en el béisbol estadounidense.
“La verdad, no le presto mucha atención a lo político”, sostiene Jesús Ustáriz, un tercera base caraqueño de 18 años, que ha estado entrenando durante dos años en el centro de los Tigres en Ciudad Alianza, en el estado de Carabobo. “Mi único objetivo es llegar a las Grandes Ligas”, agregó
Chávez también tiene un objetivo: ser reelecto para un nuevo mandato en las elecciones de octubre de 2012.
La oposición se comprometió a unificarse detrás de un candidato y la carrera presidencial podría ser muy pareja. Sin embargo, no es muy probable que Chávez dé a conocer algún cambio en las regulaciones que podrían generar algún cambio en el popular deporte antes de la votación.
El mandatario se está recuperando de una operación por un cáncer realizada en junio y ha dicho que estará listo para una dura campaña en 2012.
LOS PIRATAS DEJAN VENEZUELA
Los Piratas de Pittsburgh fue el último equipo en abandonar su campo de entrenamientos en Venezuela, dejando sólo a los Tigres, los Filis de Filadelfia, los Marineros de Seattle, los Rayos de Tampa Bay y los Rojos de Cincinnati con sus propias academias en el país.
“A pesar de que los Piratas no han comentado públicamente la situación, se cree que la inestabilidad y el clima político en Venezuela han jugado un papel importante en la decisión de la organizaciones de retirarse”, dijo un artículo publicado en el sitio oficial en Internet de los Piratas.
Cort. TalCualDigital
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