sábado, 1 de octubre de 2011

Chávez inhabilitado


La enfermedad tiene bloqueado al presidente Hugo Chávez en cuanto a seguir ejerciendo el oficio de periodista, de animador de tv o de locutor de radio que ha venido desempeñado durante 13 largos años a través de sus largas cadenas y del Aló, Presidente dominguero

EXEQUÍADES CHIRINOS/TalCualDigital
Todas las semanas me preguntan: ¿está Chávez enfermo? La interrogante surge de gente de todos los sectores y colores partidistas, de venezolanos, de personas humildes hasta académicos connotados quienes, en voz alta, dudan sobre el estado de salud del Presidente de Venezuela.

Tienen razón en creer que podría tratarse de una comedia y más bien una tragicomedia, de un monólogo presidencial, porque sus amigos con cáncer sufren los rigores del tratamiento y ninguno anda diciendo al otro día: "estoy completamente curado", "derroté al cáncer", "mis órganos están perfectos".

Sencillamente los amigos y familiares enfermos de cáncer de esa gente preguntona por la salud del Presidente sólo atinan a decir ­cuando mucho­ "estoy mejorando" o reiteran su confianza en Dios, pero hasta ahí. Hugo Chávez Frías, ciudadano venezolano y mortal como todos los hombres está enfermo y el primero en reconocerlo es él mismo, aunque muchos desconfíen de su padecimiento.

Más allá, sin embargo, un hecho notorio y evidente confirma el cáncer de Chávez: desde que admitió su tormento cesaron los programas Aló, Presidente y cadenas que irrumpían en la pantalla chica y la radio. De la noche a la mañana Chávez enmudeció literalmente porque el personaje desapareció de la televisión, de la radio y recurrió a los mensajes de twitter, a las llamadas esporádicas a Vanessa Davis, Ernesto Villegas o Mario Silva.

Partiendo de la más sencilla lógica, si a Hugo Chávez le gusta hablar por los medios de comunicación y sólo una persona en la condición de enfermo o incapacitado es incapaz de hablar por los mass media, entonces Hugo Chávez está enfermo. Y punto, porque no está incapacitado vocalmente.

En el transcurso de estos últimos tres meses Chávez ha tenido escasísimas intervenciones por cadenas de radio y tv, lo cual indica que la enfermedad persiste y tiene una cualidad tenebrosa: es grave en dos sentidos, por su propio carácter y porque logró enmudecer al "ComandantePresidente".

Su cáncer es complicado y serio ­van cuatro quimioterapias­ debido a que Chávez está hablando muy poco cuando es un hombre que gusta y es apasionado del micrófono y la arenga pública; y es un político que sabe usar los medios y posee un don de prometer y mentir sin el menos rubor, sin que se le atore la garganta o le pestañeen las cejas. Chávez es ciento por ciento un gobernante mediático.

Basta comparar promesas versus concreciones para notar que no concuerdan y, al contrario, son dos polos opuestos. La proliferación de los niños de la calle versus su compromiso de recogerlos y atenderlos. O las ofertas de mejor salud, empleo y vivienda que contrastan con el deterioro de hospitales, cierre de empresas y déficit de casas.

Son obras inexistentes en la realidad pero que cada domingo se observan hermosas y crecientes en el escenario mediático e irreal que nos pinta el gobierno nacional. La enfermedad tiene bloqueado al presidente Hugo Chávez en cuanto a seguir ejerciendo el oficio de periodista, de animador de tv o de locutor de radio que ha venido desempeñado durante 13 largos años a través de sus largas cadenas y del Aló, Presidente dominguero.

La quimio y el cáncer lo tienen contenido de hacer eso que tanto le gusta, de meterse sin permiso en nuestros hogares a través de la radio y la tv, y es por ello que, sin necesidad de utilizar la misma y triste receta prescrita por el régimen y aplicada por el extinto Contralor de la República, Hugo Chávez Frías está inhabilitado y sin derecho de recurrir a la Corte.

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