La banda Desorden Público ha coqueteado insistentemente con el chavismo, participando en varios conciertos organizados desde el poder rojo. Sus canciones son criticadas por cuanto chavista hay ahora. Por aquel lado no lo quieren, por este hace rato le dejaron de tener simpatía. Es la consecuencia de querer jugar a ser aséptico
La banda Desorden Público ha coqueteado insistentemente con el chavismo, participando en varios conciertos organizados desde el poder rojo. Hace unos días salió a la luz un video grabado en 2010 donde el vocalista Horacio Blanco consideró "ridículo" que se impulse un desarme mientras el gobierno arma a sus simpatizantes, y el guitarrista Caplís se descargaba contra el guiso, contra José Vicente Rangel y admitía que antes se vivía mejor. Ahora Horacio apoya el desarme en las cuñas y ya salió disculpándose en una emisora gobiernera que funciona en una señal expropiada. Sus disculpas cayeron en saco roto: en TVes no transmitieron un documental sobre su gira en Hamburgo, y sus canciones son criticadas por cuanto chavista hay ahora. Por aquel lado no lo quieren, por este hace rato le dejaron de tener simpatía. Es la consecuencia de querer jugar a ser aséptico.
Cort. TalCualDigital
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