El gobernador de Portuguesa, Wilmar Castro Soteldo, es un ateo confeso. Rojo rojito no cree en Dios. Por eso cuando los sacerdotes del Santuario de la Vírgen de Coromoto en Guanare le pidieron recursos para hacerle arreglos y mantenimiento mayor, Castro (y no el chivúo comunista) se negó
El gobernador de Portuguesa, Wilmar Castro Soteldo, es un ateo confeso. Rojo rojito no cree en Dios. Por eso cuando los sacerdotes del Santuario de la Vírgen de Coromoto en Guanare le pidieron recursos para hacerle arreglos y mantenimiento mayor, Castro (y no el chivúo comunista) se negó. Pero los curas elevaron su plegaria al cielo y entonces a Chacumbele se le ocurrió ir al lugar a decir que está enterito, por lo que a finales de diciembre los diputados aprobaron Bs 14.700 millones para invertirlos allí. Milagritos, dirían algunos. Santa arrechera debe haber cogido Wilmar.
Cort. TalCualDigital
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