El Gobierno comienza, a partir de este domingo 1º de abril, a aplicar reducciones de precios para tratar de combatir la alta inflación, un mecanismo que podría beneficiar al consumidor en pleno año electoral, pero cuyo efecto a largo plazo podría ser el desabastecimiento, alertan expertos.
Como parte de la Ley de Costo y Precios Justos que prevé controlar paulatinamente los precios de todos los bienes y servicios en el país, los de casi una veintena de productos básicos, principalmente de higiene personal y limpieza del hogar, se rebajarán entre un 5% y 25% a partir del domingo.
El presidente Chávez, que ha venido denunciado que los mismos productos que se venden en Venezuela cuestan mucho menos en países vecinos, considera que la ley es “vital” para evitar la especulación y combatir la inflación, que en 2011 cerró en 27,6%, la más alta de América Latina según la comparación de datos oficiales.
Pero para el economista José Guerra la medida “tendrá un beneficio de muy corto plazo para los venezolanos porque cuando vayan al mercado dentro de unos meses no van a conseguir el producto o no habrá la variedad que buscan”. Las empresas “no pueden producir a pérdida” por lo que “bajarán la producción o la redireccionarán a rubros más rentables”, argumentó.
La Superintendencia de Precios y Costos, creada con la ley, inició en noviembre la revisión de los precios de bienes y servicios con el objetivo de reducir los que considere “excesivos”. A las empresas que infrinjan la disposición, el ente podrá multarlas o cerrarlas por hasta por diez años. Este nueva ley refuerza otra de 2003 que regula los precios de productos básicos como el arroz y el azúcar.
La normativa, cuya primera fase se aplica a otros productos como alimentos, medicamentos, repuestos de vehículos y servicios de salud, también alcanza a empresas extranjeras como L’Oréal, Procter and Gamble, Coca Cola, Colgate Palmolive, Kimberly Clark y Johnson’s & Johnson’s, entre otros.
Según el vicepresidente de la organización empresarial Consecomercio, Mauricio Tancredi, la reducción de precios es “arbitraria” y “no termina de atajar el tema de la inflación ni de atender el desabastecimiento, todo lo contrario”.
Para el director de la firma Ecoanalítica, Pedro Palma, los principales afectados serán los pequeños y medianos empresarios “porque su estructura de costos es mayor” que la de las grandes compañías y por ello no tendrán el mismo margen de ganancias. “Para ellos va a ser inviable mantener su negocio y eso puede traer escasez porque podrían dejar de producir”, acotó.
En el país el sector privado se ha visto afectado por las expropiaciones y controles del gobierno de Chávez, que lidera lo que define como una “revolución socialista” y aspira a ser reelegido para un tercer mandato de seis años en las elecciones presidenciales del 7 de octubre. “Venimos diciendo hace más de un año que tenemos que incentivar la producción nacional y que se limiten las expropiaciones”, dijo Tancredi.
“Hemos estado experimentando los rigores de los controles, en una economía en la que hace falta flexibilidad y más incentivos para promover la inversión”, añadió.
“Si no se incrementa la inversión para aumentar la producción, entonces tampoco la oferta”, agregó Palma.
Venezuela importa la mayoría de los bienes que consumen sus habitantes y es común el desabastecimiento cíclico de productos básicos.
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