Hoy se cumplen 311 años de la elevación a parroquia eclesiástica de la ciudad de Maracay, pues el 5 de marzo de 1701 el obispo de Caracas, Diego de Baños y Sotomayor, concedió tal estado religioso. Desde aquel entonces, la fecha fue tomada como fundación de la ciudad.
Maracay, urbe que hoy es conocida como la Ciudad Jardín del país, llegó a ser la capital política de Venezuela, cuando en 1908 el presidente de Venezuela, Juan Vicente Gómez, así lo declarara, justo un año antes de mudarse a estas cálidas tierras.
Durante los años de gobierno de Juan Vicente Gómez, la inversión en obras públicas en la ciudad de Maracay superó a la realizada en Caracas, lo que permitió que muchos comerciantes y empresarios se trasladaran hacia esta ciudad. Además, se construyeron importantes obras en materia de infraestructura, entre ellas la Maestranza César Girón, el Teatro Ateneo de Maracay, la Plaza Bolívar, el Zoológico de Las Delicias, el Hotel Jardín, al mismo tiempo que se llevó a cabo la instalación de la Escuela de Aviación Militar, obras que se han convertido en íconos de la ciudad.
Por supuesto, con el pasar de los años, la ciudad ha crecido poblacionalmente, incrementándose así el número de urbanismos y sectores populares, además de centros comerciales que constituyen los principales centros de distracción para los residentes de la localidad.
Pero los años no pasan en vano y con el incremento de la población también se han elevado las necesidades de la misma e incluso algunas problemáticas que deben ser solventadas, en virtud de mejorar el nivel de la calidad de vida de los habitantes de la capital aragüeña.
En este sentido, Jesús Duarte indicó que uno de sus mayores anhelos es ver cada día una ciudad más bonita, “en donde no hayan tantos huecos en las calles”. De modo que el deterioro de las diversas arterias viales suele ser la mayor preocupación para los habitantes de la jurisdicción, porque Juan Linares también manifestó que su deseo para la ciudad es que se resuelvan los problemas que complican el tránsito vehicular a consecuencia del mal estado de las calles, “además que también tienen que prestarle más atención al problema de la inseguridad”.
Geraldine Rojas fue un poco más allá y además de pedir porque se solventen los problemas del deterioro de las calles en algunos sectores, también solicitó que se solucione el problema de los desechos sólidos, “la recolección de la basura no se hace con regularidad”. Luisa Uriña también clamó por una ciudad más limpia, “no quisiera ver más basura en las calles, yo quiero ver es una ciudad cada vez más hermosa”.
Daniel Sánchez manifestó que, desde su punto de vista, uno de los problemas que debería resolver el Ejecutivo local es el deterioro de las calles en la Zona Industrial de la ciudad, así como la inseguridad. Mientras que Mayra Toledo pidió mayor organización en el casco central de la ciudad, “deberían arreglar el centro, la Plaza Bicentenaria, colocar en funcionamiento las fuentes, con la finalidad de que la población cuente con más espacios recreativos”.
Por su lado, José Granados solicitó que se organice de una vez por todas a los buhoneros, ello en aras de que el centro de la ciudad vuelva a contar con una “mejor cara” para el resto de los usuarios, “es indispensable una mayor organización en esa zona”.
De modo que cuando hoy Maracay arriba a los 311 años de su elevación a parroquia eclesiástica, muchos apuestan a que vuelva a ser la Ciudad Jardín de Venezuela, adaptada a los tiempos modernos, pero con espacios públicos aptos para el disfrute de grandes y pequeños.
NDO/El Aragueño
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