jueves, 8 de marzo de 2012

Wikileaks: Espiral de corrupción en importación de alimentos en Venezuela

AFP / AFP/GETTY IMAGES
ANTONIO MARIA DELGADO/ADELGADO@ELNUEVOHERALD.COM
La sistemática destrucción del aparato productivo venezolano para remplazarlo por un modelo basado en la importación de productos, está creando una espiral de corrupción cuyos integrantes conspiran para acentuar los problemas de escasez en el país a fin de obtener mayores contratos, según un informe de la firma privada de inteligencia Stratfor filtrado por WikiLeaks.


El informe, que forma parte de los más de cinco millones de correos electrónicos de la firma revelados por la organización en internet, señala que funcionarios del gobierno de Hugo Chávez involucrados en la importación de alimentos acaparan los productos para justificar nuevas transacciones.

Según el informe, la pérdida de miles de toneladas de alimentos en los puertos puede ser atribuida en parte a la práctica de los funcionarios corruptos de no sacar al mercado los productos adquiridos en el exterior con el fin de seguir manteniéndose en el negocio.

“Siempre y cuando exista escasez de un producto determinado, los importadores pueden presentar un fuerte argumento de la necesidad que hay para importar incluso más productos, y en consecuencia tenemos los almacenes repletos de alimentos pudriéndose y de equipos inservibles de generación eléctrica”, indicó el informe escrito a mediados del 2010.

“Para que los importadores puedan ganarse la ‘prima de ineficiencia’ ellos cobran en este proceso, tienen que tener cuidado en no matar la gallina de los huevos de oro, satisfaciendo la demanda de los productos”, añadió.

El informe señala que el ciclo de corrupción es alimentado por las distorsiones generadas por las políticas económicas del gobierno, incluyendo los esfuerzos del gobierno por aumentar el papel del Estado a través de las políticas de expropiaciones y el estricto régimen de control de cambio.

Ambas políticas han propiciado un devastador golpe a la producción nacional, lo cual ha llevado al gobierno a importar productos a través de las empresas estatales.

“El distorsionador e insostenible régimen cambiario del país no solo está empujando a mayores sectores de la economía al mercado negro [lo que conduce a una mayor inflación y la escasez de productos básicos], sino que también sirve de agente catalizador para un extenso esquema de lavado de dinero que parece estar saliéndose de control, y en consecuencia debilitando el control del régimen sobre el poder”, señaló el cable.

El estudio resaltó que la agresiva campaña de nacionalización emprendida por el gobierno en los últimos cuatro años para aumentar la dependencia de la población en el Estado le había brindado al presidente Hugo Chávez beneficios políticos.

No obstante, esos beneficios han sido acompañados por “una flagrante ineficiencia, mala gerencia y corrupción, que ha conducido a una generalizada disminución de la productividad venezolana”.

Los problemas económicos del país son acentuados por el régimen cambiario empleado en el país, que restringe la adquisición de divisas.

Al momento de la elaboración del informe, el país contaba con tres tasas de cambio.

El mecanismo fue simplificado posteriormente, a inicios del 2011, pero las estrictas restricciones impuestas a la compra y venta de dólares se mantienen, generando un mercado negro donde la divisa estadounidense es normalmente cotizada al doble del actual tipo de cambio oficial de 4.3 bolívares por unidad.

Esas restricciones, agravan aún más el problema de abastecimiento al ejercer aún mayores presiones sobre la producción nacional.

Según el informe, la posibilidad de importar alimentos a un tercio del costo de producción debido a una tasa de cambio subsidiada tiene el potencial de “destruir en gran medida” los incentivos para producir alimentos dentro del país.

Esa situación, aunada a los esfuerzos del gobierno por congelar los precios, está provocando los agudos problemas de escasez de productos que sufre el país.

El esquema cambiario también genera otros problemas.

“Los numerosos y complejos incentivos emanados por los regimenes cambiarios distorsionadores invariablemente conducen al fraude y a una espiral de corrupción”, resaltó el informe. “El régimen cambiario de Venezuela es no excepción de esto”.

Las manifestaciones de ese efecto de distorsión pudieron haber tenido un rol en el escándalo de comida importada por la estatal PDVAL en el 2010, indica el informe.

El escándalo generado tras la detección de 130,000 toneladas de comida descompuesta puede ser atribuido en parte a la mala administración de Bolipuertos, firma estatal con participación cubana encargada de operar los puertos del país.

“Pero la razón menos obvia --aunque más nefasta-- es que los puertos son operados por mafias, y las compañías estatales venezolanas y sus filiales están explotando el acceso privilegiado que tienen a las tasas de cambio subsidiadas para enriquecerse. Es decir, muchas de estas situaciones de escasez podrían ser deliberadas”, advirtió el informe.

El informe sugiere que los alimentos se pudrieron en los puertos debido a la práctica de PDVAL de mantener los productos almacenados hasta el último momento, y así evitar una solución a los crónicos problemas de almacenamiento.

“Los alimentos se quedan en los puertos hasta poco antes de su fecha de vencimiento para restringir la oferta en los mercados estatales e impulsar la demanda. Cuando los alimentos están por vencerse, o están cerca de llegar a eso, son vendidos al mercado negro para obtener una ganancia”, señaló le informe.

La venta de los alimentos al mercado negro es mucho más conveniente para los funcionarios debido a que los precios de los productos en los mercados estatales están controlados, comentó el autor.

Pero el gran negocio de los funcionarios reside en el acceso que tienen al mercado de divisa para obtener dólares subsidiados.

Para ello, los funcionarios de las empresas estatales incurren en la práctica de exagerar los costos de los productos importados, para recibir un mayor número de dólares subsidiados que los que realmente son necesitados para realizar la operación.

Los funcionarios también se benefician canalizando los contratos de compra a “amigos” en el exterior, quienes recompensan el favor con el pago de efectivo, según el informe.

NDO/El Nuevo Herald

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