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ANTONIO MARIA DELGADO/ADELGADO@ELNUEVOHERALD.COM
La Revolución Bolivariana, amenazada por el sostenido desvanecimiento físico del presidente Hugo Chávez, comenzó a dar los primeros pasos para tratar de blindarse en caso de que su máximo líder pierda la lucha contra el cáncer que padece, nombrando un pequeño comité que llevaría las riendas de la transición y que estaría encargado de contener las pugnas intestinas del chavismo, dijeron analistas.
La Revolución Bolivariana, amenazada por el sostenido desvanecimiento físico del presidente Hugo Chávez, comenzó a dar los primeros pasos para tratar de blindarse en caso de que su máximo líder pierda la lucha contra el cáncer que padece, nombrando un pequeño comité que llevaría las riendas de la transición y que estaría encargado de contener las pugnas intestinas del chavismo, dijeron analistas.
Expertos consultados por El Nuevo Herald afirmaron que el Consejo de Estado, nombrado en medio de las cada vez más frecuentes y prolongadas ausencias públicas del mandatario, es la señal más clara brindada hasta ahora de que los máximos líderes del chavismo se están preparando para un escenario sin Chávez en el poder, y que incluso buscan quién podría remplazarlo como candidato en las elecciones de octubre.
Entre los candidatos de mayor opción dentro de las filas del chavismo, los consultados mencionaron al canciller venezolano Nicolás Maduro, quien podría ser muy competitivo en las urnas.
“Chávez está armando un dispositivo para la fase final de su presencia en este mundo. Es un hecho de que la enfermedad le ha avanzado y, si no llega a las elecciones, y si no tiene definido claramente un mecanismo para una transición dentro de su régimen político, aquí puede pasar cualquier cosa”, sostuvo el ex diputado y analista político Alberto Franceschi
El potencial de violencia es muy elevado en Venezuela, ante las reiteradas acusaciones de que su máxima cúpula militar está inmersa en actividades del narcotráfico, la existencia de agrupaciones de adeptos al chavismo que están armadas y han recibido entrenamiento de combate en Cuba, y la presencia de organizaciones delictivas que operan con impunidad en el país.
Señales de enfrentamientos internos ya comenzaron a producirse en las últimas semanas, tras los asesinatos de militares con presuntos vínculos con el tráfico de droga.
“Ya está visto que se desató una guerra de posiciones dentro de segmentos militares ligados a distintos segmentos del narcotráfico, mafias del narcotráfico. Y esto hace prever un desarrollo bastante traumático en las Fuerzas Armadas si [Chávez] no prepara un mecanismo de sucesión”, agregó Franceschi.
La primera tarea del Consejo de Estado, organismo contemplado en la Constitución de 1999 pero que nunca antes había sido nombrado, precisamente sería evitar una confrontación armada interna entre los chavistas.
Según la Constitución, el organismo debe funcionar como una especie agrupación de asesores que brindarían sólo recomendaciones al presidente, quien estaría a cargo de tomar sus decisiones.
Pero los analistas consideran que la agrupación fue creada para que ocupe el vacío de poder que se está generando en Venezuela debido a la enfermedad de Chávez, sirviendo como una especie de junta de gobierno que tomaría las decisiones en nombre del mandatario.
“Mucha gente lo está viendo como el inicio de un golpe de Estado, en cámara lenta”, comentó desde Miami el analista político Ignacio de León. “Es visto como un grupo de chavistas que está tratando de llenar el vacío creado por esta situación, con métodos que no están aprobados por nadie, salvo ellos mismos. Lo están viendo como una especie de intento por tratar de cooptar el poder de una manera ilegitima e inconstitucional”.
El Consejo de Estado no está autorizado constitucionalmente para ejercer el poder.
“Pero lo que terminará pasando es una continuación de la manera en que han venido actuando todos los poderes en Venezuela, los que supuestamente actúan de una manera autónoma pero en el fondo responden al mandato político impartido desde el cenáculo del poder”, explicó De León.
Una de las mayores preocupaciones es que se decida postergar o suspender las venideras elecciones de octubre, en las que Chávez tiene previsto enfrentar al opositor gobernador del estado Miranda, Henrique Capriles.
“Si deciden hacer este cambio de fecha, posiblemente será el propio Consejo Nacional Electoral el que dé el paso, después de encontrar alguna razón, alguna circunstancia de tipo excepcional de conmoción pública, que justifique formalmente tomar esa determinación”, advirtió.
Una postergación indefinida de las elecciones, desencadenaría una serie de situaciones que terminarían por derribar el poco porte democrático del régimen que las autoridades han tratado de preservar, acercándolo aceleradamente al tipo de sistema que impera en Cuba.
El analista Estaban Gerbasi afirmó que esa sería una opción de último recurso, a ser adoptada sólo sí es evidente que Capriles no es derrotable en las urnas.
La mayoría de las encuestas señalan que Chávez aún disfruta de una ventaja sobre su rival, pero Capriles sale por encima de cualquier otro candidato del chavismo.
No obstante, esa ventaja no es muy amplia frente a Maduro, quien es visto como uno de los dirigentes con mayores probabilidades de sustituir a Chávez en la boleta electoral.
“Es quien presenta la mejor opción. Su desempeño como canciller le ha brindado cierto prestigio internacional que podría ser muy útil en las pretensiones del próximo régimen de ganar legitimidad”, amplió Gerbasi.
Una victoria de Capriles frente a Maduro es posible pero tampoco está garantizada ante el férreo control que el chavismo tiene sobre el Consejo Nacional Electoral.
Adicionalmente, los consultados expresaron preocupación sobre la posibilidad de que Venezuela se retire de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, decisión que el propio Chávez le solicitó al Consejo de Estado y es vista como un paso previo a retirar el país de la Organización de Estados Americanos (OEA).
“La salida de la Comisión te saca automáticamente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y es una mala señal de que se produzca seis meses antes de las elecciones. La línea es muy clara, salirse de la OEA”, comentó Gerbasi.
Ese retiro exoneraría a Venezuela de tener que cumplir con los compromisos de preservación de derechos humanos establecidos por la comisión y aleja las posibilidades de que se autorice a representantes de la OEA a supervisar sus comicios.
El Nuevo Herald
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