Las pompis, nalgas o glúteos son otro de los duetos femeninos que más atraen a los hombres. Algunos las prefieren grandes y anchas; otros, planas y estrechas. Sin embargo no es solo destino de miradas masculinas, es también lugar de acumulación de grasa, sobre todo entre las mujeres de origen latino.
Es una zona del cuerpo donde la celulitis se percibe fácilmente y, por eso, nos toca a nosotras actuar, más allá de los gustos masculinos, garantizar que las nalgas luzcan sanas y hermosas.
Esta zona del cuerpo puede ver comprometida su forma debido a la vida sedentaria, los cambios bruscos de peso, la genética y el envejecimiento.
Todos esos factores repercuten sobre los tejidos, la piel, los músculos y la grasa de los glúteos, comprometiendo poco a poco la forma redonda y firme del trasero con que soñábamos.
Poner remedio al mal es difícil, por eso reitero aquello de que es mejor evitar, o al menos, posponer.
Para empezar, sería bueno habituarnos a frotarnos diariamente los glúteos con un guante de crin en movimientos ascendentes para estimular la circulación, oxigenar los tejidos y suavizar la piel.
La exfoliación, esa que te retira las células muertas y te prepara la piel para optimizar los beneficios las cremas hidratantes y anti celulíticas, debes realizarla dos veces por semana.
Ejercicios para las nalgas
Por último, incorpora esta rutina física a tu ajetreo diario y habrás ganado una buena parte de la batalla:
1- Sube y baja escaleras con la punta de los pies.
2- Siempre que puedas camina pendiente arriba, no importa la hora ni el tiempo que tardes.
3- De pie, contrae los músculos de los glúteos, cuenta hasta 10 y relaja. Repite 10 veces seguidas, varias veces al día.
4- Ponte de rodillas con las manos apoyadas en el suelo, la espalda recta y la cabeza levantada. Intenta mirar al techo y a la vez eleva una pierna, flexionada en forma de “L”. Cuenta hasta 10 y luego relaja. Repite 30 veces, alternando la pierna derecha y la izquierda.
Fuente: rctv.net
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