Por: VenEconomía
El Banco Central de Venezuela informó que el Índice de Escasez en diciembre de 2012 fue de 16,3%, el más alto en casi cinco años.
Esto significa que cuando el consumidor venezolano acude a algún Mercal, supermercado, mercados, o abasto bolivariano no encontró uno de cada seis productos que requería, siendo los más afectados las harinas de maíz y trigo, azúcar, aceite, pollo y café.
Las causas de que la escasez de productos básicos – y no básicos - haya llegado a estos extremos no son de coyuntura sino que tienen su raíz en la mala concepción de modelo de país que tiene la revolución castrochavista, basado en la confiscación del sector productivo privado, en la concentración del manejo de todos los procesos productivos en el Estado y en una política controladora.
Ejemplo de ello, está en las razones que provocan la escasez de tres de los principales rubros más afectados:
1) Las empresas privadas que aún fabrican harina de maíz y el aceite comestible están produciendo a plena capacidad, mientras que las que han pasado a manos del Estado están produciendo muy por debajo de lo normal.
2) El abastecimiento de trigo, y otros insumos básicos, fue afectado porque los puertos estuvieron abocados a agilizar la nacionalización y desembarco de los bienes de línea blanca y marrón que el Gobierno distribuyó en las campañas electorales presidenciales y regionales, mientras mantenían en rada las embarcaciones con los productos alimentarios.
3) Al fenómeno de la economía de puertos y los aumentos ingentes de las importaciones de todo tipo de productos y bienes básicos, se agregan los atrasos de autorización de divisas de Cadivi, que en algunos casos llega a 250 días. Y aunque el SITME desde hace un par de años venía satisfaciendo de manera alterna la necesidad de divisas del sector importador, desde el 7 de octubre de 2012 la oferta de éste cayó drásticamente desde $45-50 millones hasta tan solo $15-20 millones diarios a finales de año.
Otra de las políticas erróneas que afectan el abastecimiento es la excesiva y complicada permisología que afecta la importación de materias primas tales como el metal, cartón, papel y plástico, todos ellos esenciales para los empaques.
Para colmo, ahora se le agregan los decomisos y penalizaciones a las empresas que tuvieron la previsión (y la suerte) de hacerse de inventarios de materias primas, a quienes ahora se les está acusando de acaparadoras a pesar de tener toda su documentación en regla. Entre las empresas afectadas se encuentra la Pepsi Cola que ha tenido que reempacar para el consumo al detal 8.500 tm de azúcar, importada legalmente para la producción de refrescos y jugos, con lo cual la empresa dispone de materia prima para menos de 10 días de producción.
Y como si todo esto fuera poco, las cargas y obstáculos que impone la nueva Ley del Trabajo ha impuesto una nueva camisa de fuerza al menguado y golpeado sector productivo nacional.
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