POR FRANCISCO JARA/AFP
LA HABANA - -- Los cubanos tendrán desde el lunes derecho a viajar al exterior sin pedir permiso al gobierno por primera vez en décadas, al entrar en vigencia una revolucionaria reforma migratoria dictada por el gobernante Raúl Castro y largamente esperada por la población.
“A partir del 14 de enero todos los mayores de 18 años (…) estarán en capacidad para viajar” fuera del país, dijo a la televisión cubana el segundo jefe de Inmigración y Extranjería, coronel Lamberto Fraga.
Los menores de edad también podrán salir del país, pero necesitarán permiso notarial de sus padres o tutores legales.
La reforma migratoria también beneficia a casi dos millones de emigrados cubanos, que ya no tendrán que hacer largos trámites para visitar la isla, incluidos los deportistas y profesionales que desertaron en giras o misiones en el exterior.
El gobierno de Raúl Castro anunció el 16 de octubre que la reforma migratoria -anticipada en 2011- entraría en vigor el 14 de enero, permitiendo que los cubanos puedan salir del país sin pedir permiso, un trámite engorroso además de caro.
“Que se haya decidido modificar la ley migratoria responde a que se reconoce que existe un país que tiene un potencial de migración”, dijo a la AFP el director del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad de La Habana, Antonio Aja, uno de los principales expertos en temas migratorios de la isla.
“El lunes es casi seguro que va a aumentar el número de solicitudes de ciudadanos cubanos para obtener el pasaporte”, añadió.
Inicialmente la demanda no la sentirán los aeropuertos, sino las oficinas de migración y registro civil, además de los consulados extranjeros en La Habana, pues una enorme cantidad de países exige visa de ingreso a los cubanos.
La reforma elimina los engorrosos permisos de viaje o “tarjeta blanca” y las cartas de invitación de alguien en el extranjero que costaban hasta 200 dólares, en un país con un salario promedio de 20 dólares al mes.
La nueva ley migratoria, saludada por Estados Unidos por considerar que “es consistente con la Declaración Universal de Derechos Humanos”, forma parte de las reformas introducidas por Raúl Castro desde que sucedió en el mando en 2006 a su hermano enfermo Fidel.
Las reformas han abierto mayor espacio a la iniciativa privada en la economía, restituyeron la compraventa de autos y casas, y han acabado con algunas “prohibiciones excesivas”, como las denomina Raúl, que han permitido que los cubanos ahora puedan tener teléfono celular y hospedarse en hoteles.
Sin embargo, no todos los cubanos podrán viajar libremente, pues los astros del deporte -un orgullo de la revolución cubana-, ciertos funcionarios y profesionales “vitales” seguirán con restricciones para salir de la isla, que tiene 11,1 millones de habitantes.
“Sería un segmento muy reducido, casos muy específicos que pueden estar comprendidos en algunas de éstas regulaciones”, dijo el coronel Fraga.
El gobierno justifica estas restricciones afirmando que Estados Unidos propicia desde hace décadas la “fuga de cerebros” y deserciones de astros del deporte de la única nación comunista de Occidente, que es una potencia deportiva regional y logró el puesto 16 en el medallero de los Juegos Olímpicos de Londres, el mejor de América Latina y el Caribe.
En los últimos años, más de 30 deportistas de elite han desertado durante torneos en el exterior o han escapado de la isla, entre ellos el campeón de boxeo supergallo Guillermo Rigondeaux, además de varios beisbolistas, futbolistas y basquetbolistas.
Las autoridades no han divulgado hasta ahora la lista de profesiones vitales, pero esta semana se informó que los médicos no están incluidos en esta nómina, por lo que podrán viajar sin trabas.
Cuba sufrió una masiva emigración de médicos tras la llegada de Fidel Castro al poder en 1959, lo que afectó severamente a sus hospitales. Sin embargo, hoy es el país con mayor proporción de médicos en relación a la población: uno por cada 148 habitantes, según la Organización Mundial de la Salud.
Los disidentes, a los que el gobierno acusa de ser “mercenarios” de Estados Unidos, temen que seguirán enfrentando restricciones para viajar al exterior, debido a que la nueva ley establece que se puede prohibir la salida de alguien por motivos de “seguridad nacional”.
“Son razones que tiene el Estado, razones de la mayoría (…), aunque algunas personas puedan sentirse limitadas en sus derechos”, dijo el coronel Fraga.
“A todas luces el gobierno va a mantener una política discriminatoria con aquellas personas que no son partidarias o que no aplauden sus políticas”, dijo a la AFP el disidente Elizardo Sánchez, que dirige la ilegal aunque tolerada Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional.
Hasta ahora el permiso de salida era negado selectivamente sin que las autoridades dieran explicaciones. Sin embargo, unos 38.000 cubanos emigraban anualmente en forma legal y muchos otros visitaban a familiares y amigos en el exterior.
A partir del lunes las principales barreras para salir de la isla serán económicas (los costos de los billetes aéreos y documentos) y de visas.
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Fuente: El Nuevo Herald
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