La popularidad de Nicolás Maduro va en picada al descender cuatro puntos porcentuales en el trimestre hasta 43%, según lo revela Alfredo Keller en su estudio de opinión del tercer trimestre de 2013. Y con él sigue en caída libre también la economía del país, ahora sumida en rumores, desmentidos y contradicciones entre las élites gobernantes.
Por ejemplo, sobre el rumbo de la política cambiaria todo es incierto. Mientras el paralelo se dispara a niveles estratosféricos, las subastas del SICAD no han cumplido con lo ofrecido por el ministro de Finanzas Nelson Merentes, cuando anunció el actual Sistema Complementario de Administración de Divisas: No se han realizado dos subastas al mes, ni se ha ofertado lo suficiente (menos de $400 millones al mes), ni se ha entregado buena parte de las divisas a la totalidad de las empresas favorecidas en las cuatro subastas realizadas hasta ahora.
Apenas este martes 17 de septiembre, luego de trascurrido más de 30 días de la última subasta, fue cuando comenzaron a circular informaciones extraoficiales anunciando una próxima subasta –para las importaciones navideñas– lo cual hace presumir que este mes, al igual que en agosto, se realizará una sola subasta. Ello a pesar del atraso de unos $12 millardos acumulados en Cadivi. Esto corrobora lo que es un secreto a voces: ¡Dólares no hay! Si el gobierno dispusiese de divisas, la grave insolvencia lo habría llevado a traerlas al país.
En definitiva el fallido sistema no logró cumplir con las expectativas del mercado y ahora las esperanzas están puestas en el nuevo mercado permuta, del que tampoco hay información clara ni fidedigna.
El propio Maduro ha anunciado que se está revisando el actual Sistema Cambiario, indicando incluso que se estaría planteando la reactivación del mercado permuta vía modificaciones de la Ley de Ilícitos Cambiarios y la Ley de Mercado de Valores. Sin embargo, fuentes extraoficiales han circulado que dentro del Gabinete Económico no existe consenso alguno sobre el camino a tomar. Se dice que el choque de trenes viene por el enfrentamiento entre los ideólogos (el combo de Jorge Giordani) y los pragmáticos (la orquesta de Merentes).
Para confundir aún más, el presidente de la Comisión de Finanzas de la AN, Ricardo Sanguino, señaló que 30% de los $22 millardos que obtiene PDVSA a través de los convenios en la Faja (unos $6,6 millardos) se podría ofertar en el sistema alternativo de divisas que implantará el Gobierno.VenEconomía descarta por absurda esta propuesta: Es impensable que alguno de los socios de los proyectos de la Faja pueda tolerar que su capital se aplicara para tapar huecos cambiarios del país, en vez de ser invertidos en los proyectos respectivos.
Otras fuentes para el nuevo mercado paralelo podrían incluir unos $5-6 millardos en títulos en moneda extranjera en manos de entes del Estado, empresas, bancos y seguros. Aun así, VenEconomía estima que el Banco Central no dispone de suficientes fuentes de divisas para sostener una “apertura” hacia un mercado paralelo, lo que intensificará las presiones sobre el precio del dólar en el mercado negro.
Los analistas consultados por VenEconomía coinciden en que la única forma de estabilizar el mercado cambiario es mediante importantísimos cambios de política que pasan por devolverle su autonomía al Banco Central, la aplicación de disciplina fiscal y la eliminación de los controles de cambio y de precios.
¡Ojalá! Pero la realidad pareciera ser que Maduro sigue por el mismo camino de los últimos quince años, ahora enrumbado hacia China donde buscará más endeudamiento, en esta ocasión con otros cinco “millarcitos” de dólares más.
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