Por: VenEconomía
Después de más de una década de aplicar controles sobre controles, el castro-comunismo de Venezuela se ha ingeniado otro instrumento para continuar con la destrucción del sector privado, el “Órgano Superior de la Economía”, dirigido por el mayor general Heber Josué García Plaza. Es secundado en ese destino por un séquito que incluye a Eduardo Samán y Karlin Granadillo los cabecillas de Indepabis y Sundecop, entes encargados de secar y amedrentar a cuanto sector o empresa privada se les ponga por delante.
Este órgano según anuncia Maduro será una alianza entre “el Gobierno Revolucionario, la Fuerza Armada Nacional y el pueblo organizado... para derrotar a los factores que dañan la economía”.
Para VenEconomía, de lo que se trata realmente es de un endurecimiento de las medidas que están destruyendo la capacidad productiva privada (y también la pública) de Venezuela. Se podría decir que empezaron en febrero de 2003 con la introducción de los controles de precios y cambiarios.
Paralelamente se anunció también la creación de la línea telefónica 0800-sabotaje, que estará a la disposición de todo consumidor que desee reportar la escasez de algún bien o producto o buscar orientación. Este medio tiene como base la creencia afianzada en los “revolucionarios” gobierneros de que el sector privado es el responsable de lo que ellos califican del “sabotaje” al proceso de producción.
Es decir, el argumento trillado de culpar a terceros por las culpas propias, como es el caso de la escasez generalizada que se gesta debido a la destrucción del sector productivo a punta de expropiaciones, falta de seguridad jurídica, controles y abusos a granel.
En la ceguera de imponer un proyecto comunista a la usanza de los Castro, el gobierno, en lugar de buscar una solución orientada al mercado, se empeñó en implantar controles sobre controles, como los enumeró El Nacional este domingo: Comenzando en 2004 con el Indecu, y pasando por un decreto contra el acaparamiento, la especulación, el boicot, etc; la Ley para garantizar la seguridad y la soberanía agroalimentaria; el Sistema Integral de Control Alimentario; la Superintendencia Nacional de Silos, Almacenes y Depósitos; las guías de movilización y cuotas de producción de alimentos; el Indepabis; la Ley de Costos y Precios Justos; la ampliación del régimen de control de precios; además de sistemas de control especializados tales como el SICM (medicamentos) y Sigesic (industria). A esta larga lista se le agrega un nefasto control cambiario, administrado por Cadivi, el SITME, el SICAD I y II y una ley del trabajo y su reglamento, que han traído restricciones a granel.
Para colmo ahora cuando la economía está a punto de explotar, lo mejor que se le ha ocurrido al gobierno es crear un “Órgano Superior de Economía” cuya función será, mantener cerrada la Caja de Pandora a costa de los venezolanos de a pie.
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