Esa red social de moda que escaló a pasos veloces entre las preferencias de los usuarios venezolanos para inmortalizar la cotidianeidad con fotos "artísticas", charlar con conocidos-familiares y llevar una bitácora diaria; facilita el rastreao y seguimiento de usuarios en pocos clics.
Aunque "expertos" del uso y adopción de las redes sociales en Venezuela insistan que Instagram modificará los esquemas de comunicación interpersonal en los próximos años, hay que sentar cabeza y atinar que ese circuito propiedad de Facebook tiene considerables agujeros al resguardo del usuario si se aplican técnicas de "ingeniería social" y triangulación de contactos.
En ese sentido es clave destacar que aunque un usuario indique en las preferencias de la aplicación para teléfonos móviles que su perfil será "cerrado-visible solo para amistades", el sistema de interconexión de Instagram no oculta las fotografías en las que un individuo fue etiquetado por otros participantes, comentarios dejados en los perfiles de terceros. Peor aún es que cuando a otra "amistad" le "gusta" una fotografía; éste exhibe en su cuenta la instantánea que le agradó con detalles, cabellos y señales del propietario original.
Esas "pequeñas" peculiaridades significan gigantes oportunidades para que los amigos de lo ajeno, psicópatas, sociópatas e individuos con cualquier cantidad de complejos psicológicos puedan acosar a cualquier joven a través de esa red.
Los adolescentes son los más ingenuos
Un país tan peligroso como Venezuela, en el que las autoridades-representantes de la policía llegaron al punto de recomendar "no salir de noche" para no poner en riesgo la vida, hay que situar sobre la mesa que: 1. Los padres-representantes están en la obligación de auditar la presencia digital de sus hijos adolescentes; 2. Los jóvenes "súperdodatos" del país tienen que incrementar su malicia y desconfiar de todos los usuarios que quieren ser sus seguidores en Instagram; 3. Edificar mecanismos de seguridad para administrar la información delicada que se comparte entre sus conocidos.
Además hay que repetir hasta el cansancio que no es apropiado usar Instagram como un programa de televisión juvenil para compartir las intimidades, posesiones, ganancias, propiedades y costumbres de un núcleo familiar.
Los grupos delictivos que hasta hace nada planificaron y orquestaron todas sus operaciones de secuestro, robo, plagio y hurto desde Facebook, decidieron mudarse al Instagram porque es más fácil seleccionar a los adolescentes "pollos", "boletas", "agrandados" que exhiben todo lo que tienen a través de sus perfiles queriendo imitar a los cantantes de reggaetón "Arcángel", "Cosculluela", "Tempo" "Kendo Kaponi" y "Farruko" entre otros.
Si bien la sabiduría popular heredada de los abuelos venezolanos dice "...a nadie le alegra sonrisa en cara ajena", en tiempos de crisis de valores hay que rescatar-resguardar la integridad física para que no se sumen desgracias irremplazables a las necesidades económicas que castigan el bolsillo de los venezolanos a diario.
No se trata de caer en paranoia y salir corriendo a eliminar la cuenta de Instagram, sino ser más consciente de los peligros en una sociedad tan violenta como la venezolana para no ser la próxima víctima de las bandas dedicadas a los psicoterrores cibernéticos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario