CARLOS DUARTE | EL UNIVERSAL
Nuevas marcas históricas, emociones hasta el último momento, el nacimiento de nuevas luminarias y el resurgir de estrellas del pasado fue la cosecha de la temporada 2013-2014 del beisbol profesional venezolano.
El bateo le ganó esta vez al pitcheo y por mucho. Las redes sociales tuvieron aún más protagonismo en la expresión de fanáticos y peloteros y errores puntuales de los umpires fueron cada vez más visibles. Como también lo fueron más visibles las ofensas que hubo en ocasiones entre los protagonistas del espectáculo.
Sin embargo, hubo también mayores muestras de profesionalismo, entrega en el terreno, acertadas decisiones arbitrales, remontadas históricas y respeto entre aficionados.
El compendio positivo fue mayor en un torneo que antes de iniciar vivía con la sombra y la incertidumbre del acuerdo invernal.
Viajes maratónicos y muchos juegos consecutivos sin descanso por lo ajustado del calendario fueron otros de los obstáculos con los que peloteros y gente ligada al beisbol tuvieron que lidiar para finalizar con victorias y derrotas, las distintas emociones que estuvieron presentes en el mayor pasatiempo del venezolano: el beisbol.
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