La compañía por primera vez confirmó que ha declarado “ociosa” su planta de ensamblaje Venezuela debido a la creciente inflación, los controles de precios y la escasez de divisas, que han llevado la actividad económica en el país a un “punto muerto”.
Las declaraciones se desprenden de una entrevista a Chuck Stevens, jefe de la Oficina de Finanzas de la corporación, donde se analiza la reciente caída de las ventas de la empresa en un 13 por ciento en este mes de enero.
Las ganancias en América del Sur cayeron en un 80% a 27 millones de dólares después de haber obtenido 135 millones. “El perfil de riesgo en América del Sur, a lo largo de las últimas semanas, se ha incrementado de manera significativa”, dijo Stevens.
“Todavía no tenemos claridad y una posible resolución en las operaciones de negocios en Venezuela”, confirmó Stevens.
Cort. La Patilla
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