EFE.- El canciller de Panamá, Francisco Álvarez De Soto, afirmó que antes de la pedir a la OEA una reunión sobre la situación en Venezuela consultó con su colega de ese país, Elías Jaua, quien, según dijo, "tuvo una reacción que no fue correcta y con faltas de respeto".
En declaraciones a varios canales de televisión, el ministro panameño de Relaciones Exteriores reveló que llamó a Jaua para "explicarle la idea y los motivos" de la iniciativa de Panamá de proponer que los cancilleres de la Organización de Estados Americanos (OEA) analizaran de urgencia la situación de Venezuela, y que su par venezolano le expresó su desacuerdo.
Ese contacto entre Álvarez De Soto y Jaua se dio antes del pasado 25 de febrero pasado, cuando Panamá presentó formalmente su iniciativa ante el organismo hemisférico, según la explicación que ofreció este viernes el canciller en una entrevista con la televisión panameña.
"No fue una conversación correcta de su parte, incluso falta de respeto, pero ciertamente yo no voy a entrar en un dime que te diré y siempre nos mantendremos en un marco de profundo respeto y de mucha transparencia", acotó Álvarez De Soto.
Aclaró que así como se comunicó con Jaua lo hizo con otros cancilleres del hemisferio para explicarles la iniciativa panameña, que, subrayó, no obedece a un mandato de terceros.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha calificado de "lacayo" del imperio, como el chavismo se refiere a Estados Unidos, al presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, al señalar que la iniciativa panameña supuestamente obedece a un mandato de Washington.
Álvarez de Soto reiteró el carácter neutral de su país, aunque recalcó que ello "no le pone un esparadrapo en la boca".
"Basado en esa neutralidad Panamá ha hablado con sinceridad y altura, pero, insistimos, la solución tiene que salir entre los venezolanos en este caso, lo nuestro es una sugerencia, no tenemos como política la injerencia, no somos lacayo de nadie", señaló el diplomático.
Aclaró que la propuesta de Panamá "no ha sido descartada" y sigue en consideración junto con otras dos, de Bolivia y Perú, para la reunión del Consejo Permanente de la OEA que comenzó este jueves y continúa hoy.
"Lo que pasó ayer es que los embajadores pidieron un receso para analizar las otras propuestas", explicó a canales como TVN y Telemetro.
El Gobierno de Venezuela rompió el miércoles pasado las relaciones diplomáticas con Panamá y congeló las comerciales aduciendo intromisión en los asuntos internos del país por la iniciativa en la OEA.
La ruptura decidida unilateralmente por Maduro se dio después de que Venezuela retiró el pasado 20 de febrero, con el mismo argumento de la injerencia de Panamá, a su embajadora en el país centroamericano, Elena Salcedo, lo que fue respondido inmediatamente por el Gobierno de Martinelli con el retiró de su representante en Caracas, Pedro Pereira.
Tras reiterar el "asombro" que causó al Gobierno de Panamá "la reacción desmesurada" de Venezuela de romper relaciones diplomáticas, Álvarez de Soto expresó hoy que su país tiene "la mano extendida al pueblo venezolano, siempre que el diálogo sea de altura y respeto", aunque reconoció que "por ahora será difícil por el discurso de Venezuela".
La Cancillería de Panamá rechazó el miércoles pasado en un comunicado el "lenguaje soez" del mandatario venezolano, expresó su "asombro" por la decisión de Caracas, y negó que "la iniciativa panameña" en la OEA "constituya una injerencia en los asuntos venezolanos".
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