Los miembros de este grupo deberían saber lo que ha sucedido en los pasados 15 años y lo que nos sucede hoy, por lo cual no queda duda en mi mente que sus llamados responden a una intención colaboracionista con el régimen, motivada en algunos por el deseo de regresar al protagonismo en la arena política y en otros por incrementar su cuota de participación en el saqueo que se lleva a cabo en Venezuela. .
Los miembros de este grupo repiten incesantemente que el diálogo es necesario pero no se molestan en decirnos sobre que pueden dialogar un régimen forajido y criminal y una oposición que ha sido sistematicamente humillada y abusada por ese régimen. El diálogo como concepto abstracto es de una validez irrebatible. Pero, en el contexto de la realidad venezolana que ellos deberían conocer bien, seguir pidiéndolo es colaboracionismo.
Les pido a los miembros de este grupo que piensen en lo siguiente. Supongamos que estamos sentados en una mesa de diálogo con el régimen. Supongamos que el llamado a diálogo por parte del régimen sea sincero, lo cual es ya suponer bastante. Cual sería el próximo paso?
Este paso sería poner sobre la mesa los puntos fundamentales de cada lado. Quienes representen a la Venezuela democrática, enumerarían algunos puntos principales tales como los siguientes, no necesariamente en orden de importancia:
- La composición de las instituciones, TSJ, CNE, AN, Poder Ciudadano deben reflejar la distribución de fuerzas entre el gobierno y la oposición. Ello no ha ocurrido en 15 años y debe ocurrir sin demora;
- El CNE debe depurarse a fondo y el registro electoral debe ser auditado de manera imparcial. Cualquier futuro evento electoral deberá estar sometido a la observación nacional e internacional, sin impedimento alguno;
- Los presos políticos deben ser liberados de inmediato;
- Las decenas de miles de Cubanos enviados por el régimen de esa isla al país, ocupando posiciones de importancia estratégica en la administración del Estado y socavando nuestra soberanía e independencia, deben salir del país;
- La entrega de petróleo subsidiado a Cuba, Bolivia, Nicaragua, Uruguay, Argentina y Ecuador debe cesar de inmediato, por representar una pérdida enorme para la Nación Venezolana. PetroCaribe debe cesar de ser un instrumento político en manos del régimen y convertirse en un instrumento comercial;
- La gerencia de Petróleos de Venezuela, incursa en delitos de corrupción y de una manifiesta ineptitud, debe ser removida y sus responsables, encabezados por Rafaél Ramírez, investigados y prohibida su salida del país;
- El inmenso desfalco a la Nación propiciado por el control de cambios, el cual está ampliamente documentado, debe ser severamente castigado. La evidencia existe. El control de cambios debe ser eliminado de inmediato;
- El Plan de la Patria no puede ser el Plan de la Nación por ser violatorio de la Constitución, como podemos demostrar. Debe ser eliminado como Plan y como Ley de la Nación;
- La situación actual de violencia es inaceptable y debe llevarse a cabo sin demora el desmantelamiento de los llamados Colectivos, los cuales han sido definidos por la Ministro I. Varela como los principales defensores de la revolución. La llamada Guardia Del Pueblo debe ser disuelta por ser un instrumento anti-constitucional de represión;
- El Banco Central de Venezuela debe cesar de imprimir dinero inorgánico, lo cual está conduciendo al país a la ruina. Mas de $40.000 millones de dinero inorgánico le han sido inyectados a Petróleos de Venezuela, comprometiendo aun más la capacidad financiera de ese organismo;
- Venezuela no debe endeudarse para enfrentar el gasto corriente. Ya la deuda de la Nación alcanza a unos $200.000 millones, buena parte de cuya suma el gobierno ha gastado en prácticas populistas que no eliminan la pobreza sino que sirven para comprar conciencias y para ahondar la dependencia del venezolano en el estado paternalista.
- Las FF.AA. deben abstenerse de apoyar un régimen violatorio de la constitución. Su alto mando debe depurarse de fichas políticas del régimen.
Hay muchas más exigencias que podrían hacerse pero estas son algunas de las más importantes.
Que creen ustedes que pasaría en el siguiente minuto?
Veo tres escenarios básicos:
(1), señores, diría el régimen, ustedes piden lo imposible, porque de acceder a estos pedimentos nosotros estaríamos desmantelando la revolución, cometiendo un suicidio político. Sus pedimentos son inaceptables.
(2), Señores, diría el régimen, vamos a convenir en algunas cosas. Soltamos los presos, les flexibilizamos el control de cambios, les ponemos algunos miembros de la oposición en posiciones institucionales pero hay puntos de “honor” ideológicos que no van a cambiar. Olvídense de los cambios en PDVSA, en abandonar la unión del partido con el ejército o la política de apoyo a nuestros países amigos;
(3), Señores, diría el régimen, Ustedes tienen razón en todo. Creemos que ha llegado el momento de hcer una profunda rectificación y de llamar de nuevo a elecciones libres y transparentes.
El escenario (1) nos dejaría en el mismo sitio actual, o peor aun, porque estaríamos perdiendo el tiempo y la oposición estaría validando al régimen sentándose a dialogar mientras se suspenden todas las actividades de protesta ciudadana en el país. El escenario (2) haría a la oposición parte del sistema perverso existente, al integrarla a un régimen que conserva su esencia anti-democrática. Esa sería la derrota total. El Escenario (3) es, en mi opinión, imposible de ocurrir porque, si fuera posible, ya hubiera sido aceptado por el régimen de manera espontánea. Pero no lo ha hecho ni lo hará, porque no está en su naturaleza. Al contrario todo lo que el régimen hace y dice está orientado a aumentar su naturaleza totalitaria. No verlo así es de una intolerable ingenuidad.
En mi criterio, allí radica la esencia de la inutilidad del llamado diálogo, en esa imposibilidad de convenir en puntos que cada lado considera de “honor”. Además, el simple acto de sentarse en una mesa con un régimen forajido es profundamente inmoral. El espectáculo de ver a la víctimas sonriendo y estrechando las manos de sus victimarios es repugnante. Del último espectáculo en Miraflores apenas salvaron su dignidad Lorenzo Mendoza y Jorge Roig. Los demás que pude escuchar fueron comparsa.
Un diálogo es posible y deseable entre quienes comparten una similar postura ética y utlizan las mismas reglas del juego, no entre dos grupos separados por una inmensa brecha filosófica y moral sobre la manera de hacer gobierno.
Cort. Las armas de Coronel
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