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| Foto: Fernando Llano/AP |
El número de muertos vinculados con las jornadas de protesta contra el régimen de Nicolás Maduro aumentó el jueves en dos, para un nuevo total de 20, luego de un intercambio de disparos iniciado en una concurrida calle de Caracas por grupos paramilitares vinculados al chavismo.
Las nuevas víctimas fueron baleadas el mismo día en que aumentaba la presión internacional sobre el régimen de Maduro para que suspendiera la brutal represión contra los manifestantes, ante la acumulación de denuncias contra el régimen sobre presuntas violaciones de los derechos humanos y de crímenes de lesa humanidad.
Según versiones de la prensa local, dos hombres murieron luego de que integrantes de una banda de paramilitares, conocidas en Venezuela como colectivos, llegaran a la urbanización de Los Ruices para tratar de retirar una barricada levantada por los residentes.
“Los vecinos comenzaron a cacerolear cuando llegaron los grupos armados, y los motorizados dispararon contra los apartamentos, lo que originó que los habitantes de la zona lanzaran botellas”, reportó el diario El Universal.
“La situación se mantuvo tensa durante más de dos horas hasta que los integrantes de los colectivos intentaron ingresar a algunas de las torres residenciales de la Calle A, por lo que los vecinos comenzaron a lanzar botellas”, agregó.
Integrantes de la banda paramilitar procedieron a lanzar cocteles molotov, y uno de ellos impactó a un vehículo que se incendió.
“Cuando llegaron los bomberos a apagar el vehículo fueron agredidos por los grupos armados, quienes comenzaron a lanzarles botellas y disparos”, reportó el diario.
Los testimonios recogidos por la prensa local no indican si los manifestantes o residentes utilizaron armas de fuego en algún momento durante el enfrentamiento, en el que murieron un agente de la Guardia Nacional y un motorizado que se encontraba en la zona.
Pero Maduro dijo que eso fue lo que sucedió.
Los motorizados “estaban limpiando las vías” y los disparos vinieron “de un edificio que ya tenemos identificado, el apartamento y todo, dispararon, hirieron a dos. Uno de los muchachos lamentablemente murió, otro está grave”, dijo el mandatario tras conocerse la noticia.
Hasta el momento, la mayoría de las lesiones y muertes registradas durante las protestas que sacuden al país han sido provocadas por armas disparadas por agentes de la Guardia Nacional y por integrantes de los colectivos.
Además de los 20 muertos, el mes de protestas contra Maduro ha dejado un saldo de más 300 heridos, la mayoría de ellos víctimas de heridas de bala, unos 700 detenidos, incluyendo al líder opositor Leopoldo López, y decenas de víctimas de torturas, según pronunciamientos de ONGs que velan por los derechos humanos en Venezuela.
Esos informes han estado generado alarma en la comunidad internacional y llevando a distintos organismos a repudiar el excesivo uso de la violencia por parte de las autoridades.
Entre estos, se encontraba el el jueves una agrupación de expertos de derechos humanos de las Naciones Unidas, quienes exigieron explicaciones al gobierno venezolano.
En una carta dirigida a Maduro, la agrupación de expertos del Consejo de Derechos Humanos de la ONU pidió la “inmediata clarificación de las denuncias de detenciones arbitrarias y empleo excesivo de la fuerza y la violencia contra manifestantes, periodistas y trabajadores de los medios de comunicación durante una ola reciente de protestas en el país”.
El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) de Venezuela reiteró que los periodistas están siendo agredidos por las autoridades durante el ejercicio de sus funciones y anunció que el número periodistas maltratados y lesionados asciende a 89.
“Han sido exactamente al día de hoy 89 trabajadores de los medios de comunicación los que han estado involucrados en agresiones, atropellos, detenciones”, informó en una rueda de prensa el secretario general del SNTP, Marco Ruiz.
Ruiz detalló que de los 89 periodistas 22 fueron detenidos, 47 “sometidos a hostigamiento”, uno herido de bala y 22 fueron “vulgarmente robados”, en alguna ocasión “por autoridades militares y policiales y en otros casos por manifestantes”.
A las voces de críticas se sumaron las de cuatro ex presidentes latinoamericanos, quienes condenaron la violencia y la criminalización de la protesta en Venezuela e hicieron un llamado al gobierno y a todos los partidos y actores políticos a establecer “un debate constructivo” que permita preservar la democracia.
“Llamamos muy especialmente al gobierno para que contribuya a crear sin demora las condiciones propicias para este debate, con una agenda compartida y sin exclusiones”, propusieron el costarricense Oscar Arias, el brasileño Fernando Henrique Cardoso, el chileno Ricardo Lagos y el peruano Alejandro Toledo en una declaración conjunta.
El Nuevo Herald
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