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LUIS IZQUIEL | EL UNIVERSAL
El asesinato del ciudadano alemán, Cristophs Wilhem Deuts, a las puertas del hotel Eurobuilding de Caracas, evidencia que hoy Venezuela no es, como lo afirma la propaganda oficial, "el destino más chévere" para el turista. De nada sirve que un país goce de enormes bellezas naturales, si su gobierno no puede garantizar la seguridad de las personas.
Desde hace tiempo existen varias bandas que se dedican a cometer delitos contra los ciudadanos, venezolanos o extranjeros, que llegan al aeropuerto de Maiquetía. Generalmente seleccionan a sus víctimas por los bienes de valor que traen consigo (por ejemplo, un reloj costoso). Las siguen y las asaltan en el camino o al llegar a su destino. Esto ha ocurrido en varias oportunidades. La gran mayoría de estos delitos quedan impunes. De hecho, el delincuente que falleció en el enfrentamiento con los escoltas del empresario alemán, tenía un amplio prontuario en fechorías similares y estaba en libertad.
Este hecho causó impacto en la opinión pública, no sólo por la nacionalidad de la víctima, sino porque se cometió a plena luz del día y en el lobby de un hotel 5 estrellas, lugar donde regularmente existen, entre otras cosas, cámaras de vídeo, vigilancia, personal de seguridad y muchos huéspedes y visitantes. La sensación que queda es que hoy no existe un lugar seguro en Venezuela.
Versiones periodísticas señalan que la empresa de seguridad contratada para resguardar la integridad del empresario alemán opera con funcionarios activos de la Guardia Nacional, los cuales fungen como guardaespaldas de particulares. El propietario sería un general de la FANB (EU 21/06/14). Esto debería ser investigado por el Ministerio Público, ya que pudiéramos estar en presencia de uno de los delitos previstos en la Ley Contra la Corrupción.
A los ciudadanos de la gran mayoría de los países del mundo los espanta el nivel de criminalidad que sufre Venezuela. Nuestra tasa de homicidios (79/100.000 habitantes) es 12 o 13 veces superior al promedio mundial. Por ejemplo, el índice de Alemania es de apenas 0.8/100.000 habitantes. Ya varios gobiernos han advertido a sus nacionales acerca de los riesgos que corren al visitar nuestro territorio.
Esta situación de inseguridad que sufrimos en Venezuela ha perjudicado enormemente al turismo. Por ejemplo, el presidente de la Cámara de Turismo de Nueva Esparta, afirmó que en 2006 habían llegado a ese estado 230.000 turistas extranjeros, pero que en 2013 esa cifra se había reducido a solo 25.000. Igualmente señaló que "en Margarita recibíamos, semanalmente, 2 vuelos procedentes de Dinamarca, 1 de Holanda, 3 de Alemania, 1 de Canadá y varios de Argentina, Francia y República Checa, pero la isla ha perdido tanto atractivo, que en 2014 solo tenemos previsto que lleguen 10 vuelos de Polonia y los que opera Conviasa desde Trinidad" (EN 10/01/14).
Muchos países han convertido al turismo en un punto clave para sus economías. En Venezuela será muy difícil que esto ocurra, mientras la criminalidad impida que desde el exterior nos vean como "el destino más chévere".
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