El dialogo está cada día más abollado. Lo que comenzó generando grandes expectativas entre la mayoría de los venezolanos parece que no va a llegar a nada. Hay grupos, en ambos sectores que nunca creyeron en la necesidad de dialogar.
El presidente Nicolás Maduro dijo el martes que las conversaciones se mantienen así los representantes de la Mesa de la Unidad no participen. Será entonces que los representantes del autoritarismo hablarán solos, como los locos, pues la plataforma opositora es la que representa a la mitad del país que se opone al arcaico proyecto que representa el PSUV.
Por su parte el gobernador larense, Henri Falcón reitera su convencimiento de la necesidad de conversar, lo que es refrendado por el periodista Vladimir Villegas quien, en artículo de prensa, hace una gran cantidad de preguntas sobre las consecuencias de hablar para entenderse o no hacerlo.
El secretario de la OEA, José Miguel Insulza, muestra su preocupación por la parálisis de las conversaciones y le pide a ambas partes que cedan algo. Mientras que el secretario de la MUD, Ramón Guillermo Aveledo, declara que hay que dejar siempre abierta la ventana del diálogo. Coincidimos con quienes creen que es mucho mejor hablar que caerse a golpes, pero es evidente que para que dos partes conversen ambas deben estar dispuestas a hacerlo. Es una realidad que quien tiene la posibilidad de producir decisiones concretas es el Presidente Maduro. Ya se lo dijo en cadena Henry Ramos.
Frente a la actitud del gobierno luce conveniente que la alianza democrática vayan diseñando acciones de calle, que se puedan llevar a cabo lo más rápido posible, para obligar a Maduro a dejar la sordera. Tal vez ni así quiera hablar, pero se le va a enredar aun más su pésima gestión.
Quedarse de brazos cruzados emitiendo declaraciones de vez en cuando no tiene futuro. Hay que movilizar a la gente, promover e incentivar la protesta. En resumen, más calle para ver si así aceptan dialogar. Cualquier opción que escoja el gobierno no lo beneficia.
Esperemos que se decante por la menos mala.
Cort. TalCualDigital
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