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Asfixiados por una escasez sin precedentes, un creciente número de venezolanos comienza a depender de los envíos de sus familiares y amigos en el exterior para obtener los productos básicos difíciles de encontrar en los supermercados. La tendencia está llevando a muchos residentes del sur de la Florida a visitar con más frecuencia a las agencias de envíos.
Compañías especializadas en enviar cajas puerta a puerta a Venezuela señalan que éstas ahora van repletas de productos que antes no solían ser enviados al país petrolero. Los libros de Amazon, repuestos de autos y productos electrónicos están siendo desplazados por latas de atún, paquetes de arroz, azúcar, café, medicinas y hasta jabón de baño.
“Yo acabo de hacer un mercado completo para llevárselo a mi mamá porque no tiene nada de lo que le estoy mandando, hasta jabón lavaplatos le compré”, comentó Andreína Cesarino, quien precisamente trabaja en una de las múltiples agencias de envíos que operan desde Doral.
“Le estoy mandando champú, porque no hay champú. No solo es comida; son artículos de uso personal”, agregó Cesarino, quien desde la empresa Venesend, atiende semanalmente a decenas de venezolanos que están haciendo lo mismo.
Pese a disfrutar de una enorme renta petrolera, los venezolanos han comenzado a acercarse a condiciones de miseria pocas veces vistas en la historia del país, y ahora se están viendo obligados a pasar horas de cola para entrar a supermercados con anaqueles vacíos.
Economistas atribuyen el fenómeno al colapso del petro-populismo implantado por el fallecido presidente Hugo Chávez, quien destruyó gran parte de las industrias nacionales –en su afán de someter a un empresariado que consideraba hostil a su proyecto político– instaurando al final lo que vendría siendo un modelo deforme de sustitución de la producción nacional con importaciones.
Pero la renta petrolera hoy se muestra insuficiente para soportar el enorme peso de los subsidios chavistas, más la onorosa cuenta de las importaciones, lo que ha llevado al país a padecer la mayor tasa de inflación del mundo, que este año podría superar el 75 por ciento, y un índice de escasez de productos que según la firma Datanálisis podría cerrar en más del 50 por ciento.
Para algunos consumidores venezolanos, la escasez de ciertos productos ya se acerca al 100 por ciento en las zonas en que habitan, forzándoles a pedir a sus conocidos en Miami que les hagan un mercadito en Publix, Walmart o Winn Dixie y que luego paguen cerca de $100 por cada caja para enviárselos por barco.
Oscar Nova, de la empresa On Customs, dijo que la tendencia le está llevando a reformar su negocio.
Nova lleva tiempo involucrado en operaciones de importaciones y exportaciones, pero decidió iniciar un negocio de envíos de puerta a puerta en vista de los problemas de escasez por los que atraviesan los venezolanos.
“Estoy viendo la necesidad que puede tener la gente de este tipo de servicios. Por eso me estoy metiendo en eso”, comentó Nova en una breve entrevista telefónica.
Con sólo dos semanas ofreciendo el servicio, los envíos de cajas con mercados enviados a Venezuela han sido relativamente pocos, pero Nova prevé que el volumen aumente con los anuncios colocados en uno de los diarios comunitarios que circulan en la ciudad.
Los productos que ha llevado hasta ahora a Venezuela incluyen arroz, azúcar, enlatados, leche en polvo y pañales.
Otras empresas también están viendo la oportunidad.
“Manda un mercado a Venezuela por sólo $65”, ofertó la empresa A Tiempo Cargo, en un anuncio de página entera.
“Envía a tu familia y amigos en Venezuela todo lo que necesiten […] Alimentos no perecederos, medicinas y cualquier artículo personal. Envíos a cualquier ciudad de Venezuela sin costo adicional. Recogemos gratis en tu domicilio”, reseña el anuncio.
Cesarino dijo que Venesend está recibiendo envios de ese tipo casi a diario.
“Mucha de esta gente, tiene a su mamá, o tiene una hermana, o una tía que está la están pasando mal con la escasez, y le mandan el mercado”, comentó Cesarino.
“Solo hoy, una señora dejó cuatro cajas llenas de mercado, chucherías, jugos, azúcar, productos de limpieza, champú”, comentó.
Pero algunos que no tienen familiares en Miami están comprando los productos por su propia cuenta, adquiriéndolos online y luego pidiéndole a la empresa que se los haga llegar.
A veces incluso le pide a Venesend que hagan las compras por ellos.
“Cada vez más, la gente llama y nos pregunta si les podemos llevar jabón para bañarse. Están haciendo los pedidos desde Venezuela. Se dieron cuenta de que no necesariamente tienen que tener a un familiar aquí, sino que desde allá están haciendo directamente sus compras, uno aquí los recibe y se las llevamos”, comentó.
Venesend cobra algo más de $105 por caja cuando el envío es por barco. Cobra más si es por avión, dependiendo del peso, dijo.
El Nuevo Herald
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