Enviada por: Ronald
Por: Marianella Salazar/El Nacional
La nueva agenda que manejan en Cuba para mantener a Nicolás Maduro en el poder es Gaza. La guerra de Israel y Hamás les vino a como anillo al dedo a los depredadores cubanos para continuar triangulando negocios.
Con la venta de Citgo, que traerá “dinero fresco”, también piensan reconstruir Gaza y manejar en La Habana el negocio del petróleo refinado que les despacharán. Además, decidieron enviar al Movimiento de Resistencia Islámico, Hamas, todos los medicamentos que tenga Venezuela, a pesar de la precaria producción nacional, y negociar con las empresas fabricantes de pañales para aumentar la producción que destinarán a Gaza. Según fuentes de inteligencia, la traída de los niños palestinos es una artimaña para entrenar a milicianos de Hamás, que son presentados como los supuestos padres y que pueden ser útiles de presentarse un enfrentamiento armado como producto de una conmoción social por el agravamiento de la crisis económica en Venezuela. Por cierto, Nicolás Maduro negó rotundamente, en reunión sostenida el miércoles pasado con el Alto Mando Militar, la llegada de milicianos de Hamás para recibir entrenamiento militar en guerrilla urbana. En la Fuerza Armada rechazan que se involucre al país en la guerra con Israel, donde tenemos todas las perder.
La reculada de Maduro
En esa reunión del Alto Mando Militar se abordó el anuncio del alza de la gasolina y se le comunico al presidente que significaría una hiperinflación y la repetición de una masacre como la del Caracazo -durante el gobierno de CAP en 1989-, con la diferencia, que para entonces todo el mercado estaba muy bien abastecido y ahora, con la inflación más alta del continente y la grave escasez de alimentos, medicinas, de todo tipo de insumos y productos, en vez de 3.000 muertos como en el sacudón de aquel 27 F, la cifra podría alcanzar los 10.000, lo cual constituiría un genocidio. Según fuentes militares, el mayor general Vladimir Padrino López, jefe del Comando Estratégico Operacional de la FANB le comunicó a Maduro que el costo social y humano por la subida en el precio de la gasolina significaría su salida del poder, en poco más de una semana. Maduro entendió entonces que hay una razón para no aumentarla si pone en riesgo su permanencia en la presidencia y reculó de forma estrepitosa al afirmar que el aumento de la gasolina “no es una necesidad” sino un problema que hay que corregir y destacó que no hay “apuro” ni una fecha fija para que eso ocurra: “puede ser en un mes, en un año, en diez años”, dijo.
Tic tac
Mala paga: Rusia le comunico al gobierno de Maduro que Venezuela tendrá que pagar las importaciones de alimentos que hará desde países latinoamericanos, en sustitución de Estados Unidos y países europeos para amortiguar la gran deuda que Venezuela tiene con Moscú. El problema está en que ni los países del “club de amigos” son capaces de darnos crédito a menos que se pague por adelantado, exactamente igual como Santos le dijo a Maduro en su visita reciente a Colombia, que no podrá abastecer de alimentos ni medicinas a Venezuela si no cancela la deuda con los empresarios colombianos, que alcanza los 2.000 millones de dólares y pagar por adelantado nuevas importaciones.
Avícolas: los cubanos no fueron partidarios de las gestiones que hizo el gobierno de Maduro para regresar al general Hugo, el Pollo, Carvajal de Aruba, preferían que se lo llevaran a Estados Unidos porque lo consideran un enemigo de Cuba, lo acusan de ser un doble agente, que tiene un DIM paralelo, con su propio anillo de seguridad y hasta propusieron acusarlo de traición a la patria.
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