JUAN O. TAMAYO/JTAMAYO@ELNUEVOHERALD.COM
Alina Fernández, la rebelde hija del ex gobernante de Cuba Fidel Castro, ha viajado desde Miami a La Habana, para ver a su madre enferma, por primera vez desde que escapó de la isla en 1993 usando un pasaporte falso y una peluca.
Una mujer que respondió el teléfono el martes en la vivienda de la madre, Natalia “Naty” Revuelta Clews, de 88 años, dijo que Fernández había salido pero regresaría a la tarde. Luego dijo que la familia estaba dedicándose a Revuelta y no haría declaraciones.
Max Lesnik, miamense que tiene amigos en las altas esferas del gobierno cubano y viaja regularmente a la isla, reportó el martes en su columna de El Duende que Fernández, de 58 años, quien es una personalidad de la radio de Miami, había sido vista en La Habana.
La visita de Fernández, quien ha criticado constante y enérgicamente a Castro y su gobierno, podría marcar otro paso en avance en las relaciones por mucho tiempo hostiles entre el gobierno cubano y los cubanos en el extranjero que se oponen al sistema comunista.
Se supone que su visita haya sido aprobada por el gobierno cubano, cuyos servicios de seguridad controlan las entradas y salidas de la nación. Entre otros visitantes recientes han estado los acaudalados empresarios del exilio Paul Cejas, Carlos Saladrigas y Alfie Fanjul.
En su autobiografía publicada en 1998, La hija de Castro. Memorias del exilio de Cuba, Fernández criticó a su padre presentándolo como un dictador distante, y escribió que ella estaba más cerca del hermano de él, el gobernante actual de Cuba Raúl Castro, describiéndolo como un buen hombre de familia.
“El era la persona a quien se le podía ir a pedir ayuda cada vez que teníamos un problema práctico”, agregó en una entrevista publicada en el 2008 en la revista Foreign Policy. En cuanto a los asuntos personales, añadió, “Fidel no ayudaba en nada”.
Hace apenas seis semanas, Fernández declaró a la agencia noticiosa EFE en Miami que este no sería el momento adecuado para que ella pudiera regresar a Cuba, aun cuando le daba “mucha pena” que ella no pudiera ver a su madre y describió a su padre como una persona cruel.
“No quiero tener problemas” en Cuba, dijo Fernández en la entrevista. “Me da mucha pena, porque mi madre está mayor” y “ver a tu madre y querer hacer algo por ella es una ley de la naturaleza, es algo visceral”.
Amigos de Fernández afirman que Revuelta se cayó y se fracturó una pierna recientemente, y que su salud ha estado empeorando durante los últimos meses.
Fernández nació en 1956 luego de que Revuelta, una bella mujer de La Habana, entonces casada con Orlando Fernández, tuviera una relación amorosa con Fidel Castro, entonces un revolucionario y abogado joven que estuvo casado con Mirta Diaz-Balart.
Ella fue criada por su madre, pero desde los 10 años supo que Castro era su padre. Trabajó como modelo en una combinación de tienda de ropa y club nocturno en La Habana y como directora de relaciones públicas de una línea de ropa.
Conocida durante mucho tiempo por sus fuertes críticas de Fidel Castro, Alina Fernández huyó de Cuba a España en 1993 usando documentos falsos y un disfraz preparados por Elena Díaz-Verson Amos, nacida en Cuba y esposa de un acaudalado estadounidense que vivía en Georgia.
Al serle preguntado en la entrevista de EFE si odiaba a su padre, dijo: “No. Odiarle no. El odio es una palabra demasiado fuerte... le considero una persona con un nivel de crueldad bastante elevado, pero no llegué a odiarle nunca”.
Fernández vino a vivir a Miami con su hija, Alina “Mumín” Salgado. Ella escribió columnas para El Nuevo Herald en el 2009 y el 2010, y por muchos años tuvo un programa en la estación de radio WQBA llamado Simplemente Alina. Ahora tiene un segmento breve los días de entre semana de 3 a 5 de la tarde en La Poderosa, WWFE, 670 AM.
Juanita Castro, hermana de Fidel y Raúl, ganó una demanda por $45,000 contra Fernández en un tribunal de España, alegando que el retrato presentado en la autobiografía de los padres de los Castro, Angel Castro y Lina Ruz, era una difamación a la familia.
Hace dos años, Fernández presentó una demanda para recuperar $100,000 que ella pagó en la compra de una casa de $1.6 millones en Kendall. Varios hombres de Miami han sido arrestados y acusados de fraude inmobiliario.
Cuando EFE le preguntó si le gustaría volver a ver a Fidel Castro, dijo: “No es una posibilidad real... Creo que hay una absoluta falta de interés por ambos lados. No tengo nada que decirle”.
En cuanto a cómo será visto su padre dentro de unos años, ella afirmó: “Para los cubanos el legado de Castro es un país arruinado y con un exilio, una experiencia muy dura y muy difícil de curar”.
El Nuevo Herald
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