El triunfo de los Leones del Escogido ayer, 7 carreras por 2 sobre los Naranjeros de Hermosillo, hizo que el esfuerzo de sábado y domingo resultara inútil para los Leones del Caracas en el estadio Nueva Esparta. Sin embargo, la afición no abandonó por completo a los capitalinos
Ignacio Serrano/El Nacional
La defensa del título en la Serie del Caribe duró poco para Venezuela. Apenas cuatro días bastaron para derrocar a los reyes de la región y preparar el trono para un nuevo ocupante, que quizás surja de la jornada de hoy, entre los campeones de Puerto Rico y República Dominicana. El triunfo de los Leones del Escogido ayer, 7 carreras por 2 sobre los Naranjeros de Hermosillo, hizo que el esfuerzo de sábado y domingo resultara inútil para los Leones del Caracas en el estadio Nueva Esparta.
"Tuvimos una gran temporada y nuestros jugadores hicieron un gran esfuerzo", declaró el manager Dave Hudgens, apenas supo que su escuadra había sido eliminada. "La defensiva estuvo mejor en los últimos juegos y el pitcheo fue sólido, pero fallamos en dar los batazos importantes cuando los debíamos dar".
El campeón venezolano siguió sin carburar anoche y en su quinta presentación del torneo tropezó otra vez, 7 rayitas por 1 frente a los indígenas de Borinquen, que hoy tratarán de forzar una jornada extra para disputar mañana la corona de la región.
La afición no abandonó por completo a los capitalinos.
Aunque el duelo contra los Indios de Mayagüez no tenía trascendencia para la expedición criolla, cerca de la mitad de las localidades en el parque neoespartano estuvieron ocupadas. Sólo el claro dominio de los boricuas hizo que la gente poco a poco se fuera marchando.
Mientras el abridor forastero Brodie Downs avanzaba cuatro innings sin permitir hits ni carreras, un sencillo de Luis "Wicho" Figueroa en el cuarto adelantó a la tribu.
Jonrones solitarios de Danny Valencia y Jesús Feliciano en el quinto, más un error de Marwin González que facilitó otra, puso el 4 por 0 en la pizarra y envió a Heath Totten a las duchas.
Un sacrifly de Luis Maza con las bases llenas en el quinto tramo produjo la única rayita de los venezolanos. El desfondamiento del bullpen en el sexto, con otras tres en contra, impidió pensar ya en un regreso en el juego y en una despedida más honorable.
"Soy una persona muy competitiva y no soporto perder, pero este torneo era como una lotería", resumió el presidente caraquista, Luis Ávila.
"Tuvimos que venir con una nueva rotación de abridores, con un nuevo equipo, con jugadores cuyas características apenas conocía (el manager Dave) Hudgens".
El último swing de José Lobatón, 20 minutos antes de la medianoche, no terminó con la agonía, que continuará hoy.
Sí decretó el triunfo de Mayagüez y la esperanza de Puerto Rico, que tratará de forzar ese juego extra con el Escogido, en caso de ganarle a Hermosillo y vencer también el Caracas a los de Quisqueya.
El duelo entre Leones será la despedida del campeonato 2009-2010 para el Caracas, cuyos integrantes dirán adiós, dicen, con la frente en alto.
"No pudimos tener una mejor temporada que la que tuvimos", aseveró Hudgens. "Jugamos bien en la eliminatoria, levantamos una final que perdíamos con Magallanes y el trofeo de campeón aún está en nuestra oficina".
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