Por: VenEconomía 11may10
El Gobierno ha aprovechado que el dólar permuta alcanzó nuevos niveles récord para echarle la culpa del alza a los corredores de Bolsa y emprender una cacería de brujas en contra de éstos.
El caso es que la ofuscación del Ejecutivo lo ciega para entender que las causas reales del descontrol del dólar permuta son:
Primero, que lo que ha llevado a esta situación es, ante todo, su errada política cambiaria que impuso un control de cambio.
Segundo, que debido a sus políticas anti-empresariales, el sector productivo privado está tan devastado que no puede producir bienes y productos para satisfacer la demanda interna. Esto, a su vez, ha incrementado desmesuradamente la necesidad de importaciones, lo que presiona hacia arriba el precio del dólar.
Tercero, que una de las causas del alza en el corto plazo se debe a que Cadivi no está entregando oportunamente las divisas a los importadores. Además, porque PDVSA y Fonden no están interviniendo en el mercado como lo hicieron en 2009.
Al momento de escribir esta nota el Gobierno tenía sobre la mesa tres propuestas para tratar de paliar la baraúnda cambiaria:
Una, la del ministro Jorge Giordani, que contempla un endurecimiento de la Ley contra Ilícitos Cambiarios a fin de limitar la actuación de las casas de bolsa y sociedades de corretaje en operaciones de permuta; prohibir operaciones dentro del mercado paralelo de las empresas transnacionales; restringir la liquidez monetaria y penalizar a los especuladores. Esta vía sólo llevaría a una mayor parálisis de la economía, a la vez que promovería un mercado negro con consecuencias nefastas.
Otra, la del presidente del BCV, Nelson Merentes, que propone que se continúe con los bonos cambiarios; se emitan en el corto plazo bonos de PDVSA; se subasten notas estructuradas y se entreguen directamente al sistema financiero; y que Cadivi agilice la entrega de divisas. Estas medidas aunque podrían funcionar en el corto plazo, son como una aspirina que calmaría la fiebre pero no sanaría al enfermo.
Una tercera propuesta es la del ex ministro de Finanzas, José Rojas, de crear un mercado dual. Esta propuesta aunque es la más sensata también se quedaría corta, porque no se va al fondo del problema, que es detener la destrucción del sector productivo y eliminar el control cambiario.
Paralelamente, este lunes 10 de mayo, la Asamblea Nacional le dio "urgencia reglamentaria" a una reforma de la Ley Contra Ilícitos Cambiarios, que define a la divisa como "el título valor que está denominado en moneda extranjera". Con esto se eliminaría el mercado permuta, y con ello se abriría una Caja de Pandora, donde surgirían: un impredecible e incontrolable mercado negro; una inflación disparada; una mayor escasez de bienes y productos; y una cacería de brujas contra un sector de la población.
El caso es que la ofuscación del Ejecutivo lo ciega para entender que las causas reales del descontrol del dólar permuta son:
Primero, que lo que ha llevado a esta situación es, ante todo, su errada política cambiaria que impuso un control de cambio.
Segundo, que debido a sus políticas anti-empresariales, el sector productivo privado está tan devastado que no puede producir bienes y productos para satisfacer la demanda interna. Esto, a su vez, ha incrementado desmesuradamente la necesidad de importaciones, lo que presiona hacia arriba el precio del dólar.
Tercero, que una de las causas del alza en el corto plazo se debe a que Cadivi no está entregando oportunamente las divisas a los importadores. Además, porque PDVSA y Fonden no están interviniendo en el mercado como lo hicieron en 2009.
Al momento de escribir esta nota el Gobierno tenía sobre la mesa tres propuestas para tratar de paliar la baraúnda cambiaria:
Una, la del ministro Jorge Giordani, que contempla un endurecimiento de la Ley contra Ilícitos Cambiarios a fin de limitar la actuación de las casas de bolsa y sociedades de corretaje en operaciones de permuta; prohibir operaciones dentro del mercado paralelo de las empresas transnacionales; restringir la liquidez monetaria y penalizar a los especuladores. Esta vía sólo llevaría a una mayor parálisis de la economía, a la vez que promovería un mercado negro con consecuencias nefastas.
Otra, la del presidente del BCV, Nelson Merentes, que propone que se continúe con los bonos cambiarios; se emitan en el corto plazo bonos de PDVSA; se subasten notas estructuradas y se entreguen directamente al sistema financiero; y que Cadivi agilice la entrega de divisas. Estas medidas aunque podrían funcionar en el corto plazo, son como una aspirina que calmaría la fiebre pero no sanaría al enfermo.
Una tercera propuesta es la del ex ministro de Finanzas, José Rojas, de crear un mercado dual. Esta propuesta aunque es la más sensata también se quedaría corta, porque no se va al fondo del problema, que es detener la destrucción del sector productivo y eliminar el control cambiario.
Paralelamente, este lunes 10 de mayo, la Asamblea Nacional le dio "urgencia reglamentaria" a una reforma de la Ley Contra Ilícitos Cambiarios, que define a la divisa como "el título valor que está denominado en moneda extranjera". Con esto se eliminaría el mercado permuta, y con ello se abriría una Caja de Pandora, donde surgirían: un impredecible e incontrolable mercado negro; una inflación disparada; una mayor escasez de bienes y productos; y una cacería de brujas contra un sector de la población.
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