Por: Aracelis Perez-Mayan
Los días de lluvia, tan frecuentes durante la primavera, pueden frustrar nuestros planes de pasar el tiempo al aire libre con los niños. Si te ocurriera, no te desanimes. Piensa que sólo cambió la locación pero no la oportunidad de pasarla bien junto a los peques de la familia. Aquí te propongo un plan B para que la diversión no sea exclusiva de los espacios abiertos, y con un poco de imaginación puedas transformar la sala de tu casa en un mundo de fantasía.
¡Vamos a acampar!
-Armen una carpa en el salón. Si tienen una pequeña carpa de juegos, perfecto. Si no, pueden construir una con una manta grande, usando la mesa del comedor como estructura. Pongan algún soporte en el centro de la mesa para levantar el techo y aten las cuatro puntas de la manta a las patas. Pongan otra manta sobre el suelo, debajo de la mesa, y dejen que los peques armen allí su campamento.
A la playa, ¿por qué no?
-Si la idea era ir a la playa o a pescar, pónganse indulgentes y permitan un poco de reguero en casa. Llenen la tina de agua, saquen los trajes de baño, las gafas de sol y los flotadores y dejen que los niños chapoteen un poco.
La pasarela
-Esta es una idea que tal vez le agrade más a las niñas, pero los varones no están excluidos. Organicen un pequeño desfile de modas. Preparen a las (los) modelos, anúdenles a maquillarse, peinarse y escoger el atuendo que van a exhibir. Escojan música apropiada y acomoden la pasarela en el salón. No olviden tomar fotos y/o grabar video de la ocasión.
Fiesta de disfraces
-Saquen todo lo que tengan apropiado en el closet para elaborar unos disfraces fantásticos: ropa, collares, pañuelos, sombreros y maquillaje. Pregunten a los niños de que se quieren disfrazar y ayúdenles con algunas ideas. Lo más divertido de este juego es confeccionar el disfraz, así que no se vale (o se vale poco) utilizar uno previamente elaborado.
¡Rueda, director!
-Este es un juego muy apropiado para sustituir el entretenimiento pasivo de ver televisión. Cada uno de los participantes piensa en una película. Luego se escoge al azar al primer actor, quien deberá representar con mímicas (sin diálogo) la película en la que ha pensado. Los demás trataran de adivinar de qué filme se trata. El actor deberá esforzarse en hacer una buena representación, de modo que los demás tengan pistas para adivinar de qué se trata.
¡A imitar!
Pongan una música contagiosa elijan a un guía. El guía bailará o hará movimientos y los demás deben imitarlo como si se miraran en un espejo. Una buena imitación es la de animales (saltar como ranita, volar como un halcón, nadar como un pez. Quien se equivoque en la imitación pasará a ser el guía y los demás lo seguirán.
Los chicos se divertirán y aprenderán más si los padres participan activamente en los juegos, y no se limitan a controlar la disciplina. Así que les recomiendo que se llenen de entusiasmo y sean uno más en el juego: disfrácense, bailen, imiten y dejen volar la fantasía hasta el sitio en el que descansa su niño interior. Demuéstrenles que un día de lluvia “también puede ser un gran día”.
¿Qué juegos y actividades propones para un día de lluvia con los niños?
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