SCZ/Globovisión/EFE
El Gobierno colombiano logró disuadir los "deseos expansionistas e intervencionistas" del presidente Hugo Chávez, y está preparado para defender la soberanía nacional, afirmó el ministro de Defensa, Gabriel Silva, en una entrevista que publica este domingo el diario El Tiempo. "En estos meses le hemos parado el macho al presidente Chávez", sostuvo Silva al destacar los logros de su gestión al frente del Ministerio de Defensa de Colombia, que dirige desde mediados del 2009.
En la misma línea, agregó que los colombianos y las fuerzas de seguridad están "preparados para defender la soberanía nacional" porque, "infortunadamente, ahora hay también riesgos externos" que se suman a otros internos como el narcoterrorismo y el crimen organizado.
"Nuestra obligación, con toda la prudencia y delicadeza que hay que tener, es decirle al país que esos riesgos existen y que hay que prepararse para ellos", remarcó el ministro al indicar que por eso es necesario "fortalecer" la capacidad operativa en el norte del país.
Las relaciones entre Bogotá y Caracas entraron en crisis hace meses, principalmente a raíz de la firma de un acuerdo militar entre Estados Unidos y Colombia por el que fuerzas estadounidenses pueden utilizar siete bases en el país andino para combatir el narcotráfico y el terrorismo.
Chávez "congeló" en agosto pasado las relaciones con Colombia, lo que ha tenido graves consecuencias para el comercio bilateral, y su Gobierno ha detenido en Venezuela, según Bogotá, a unos 20 colombianos acusados de espionaje.
Sobre el polémico acuerdo militar con EE.UU. y las inquietudes que despertó en Suramérica, Silva comentó que eso "fue una tormenta en un vaso de agua" y recordó que Brasil, "el gran paladín de la unidad latinoamericana", ha firmado "un convenio igual".
"Hay que reconocer que cometimos el error de no explicarle al país lo que eran esos acuerdos, que no son otra cosa que hacer más y mejor lo que veníamos haciendo hacía décadas", puntualizó.
El ministro también habló de las relaciones con Ecuador, rotas desde marzo de 2008, y explicó al respecto que de una situación "de lejanía" se ha pasado a una de "creciente normalización".
Según Silva, la "hoja de ruta" establecida por los cancilleres de ambos países para restablecer las relaciones diplomáticas "se está siguiendo eficazmente".
Quito rompió relaciones con Bogotá el 3 de marzo de 2008, dos días después del bombardeo militar colombiano a un campamento de la guerrilla de las FARC ubicado en Ecuador.
En ese ataque murieron el entonces número dos y portavoz internacional de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), alias "Raúl Reyes", y otras 25 personas.
"Aún estamos lejos de acabar a las FARC y al narcoterrorismo, pero si la seguridad democrática sigue lo vamos a lograr en el inmediato futuro. La serpiente está arrinconada y débil, pero viva", apuntó el ministro en la entrevista con El Tiempo.
La política de "seguridad democrática" impulsada por el presidente colombiano, Álvaro Uribe, se basa en la lucha militar contra las guerrillas de las FARC, la más importante del país, y del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
De acuerdo con Silva, cuando Uribe llegó al poder, hace casi ocho años, las FARC tenían "cerca de 24.000" miembros y ahora oscilan "entre 7.000 y 7.500", mientras que el ELN "está prácticamente desaparecido", con algunos grupos en la frontera con Venezuela y el sur del país que "no son una amenaza".
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