Por JORGE EBRO/El Nuevo Herald
La tragedia que conmocionó el domingo por la noche a Miami tocó de manera cruel al famoso lanzador cubano Orlando "El Duque'' Hernández, quien describió "como un dolor en el alma'' la participación de su medio hermano, Gerardo Regalado, en el asesinato de cinco personas, incluida su novia.
"A veces quiero buscar palabras y no las encuentro'', afirmó Hernández. "Mi familia ha sufrido, pero quiero, antes que todo, enviar mis condolencias a las familias que perdieron sus seres en esta tragedia. Nadie tiene derecho a quitarle la vida a nadie. Sólo Dios''.
Muy cercano de todos sus hermanos y amigos, Hernández no tenía una relación tan especial con Regalado y asegura que no lo veía desde hacía un año.
La madre de ambos, María Julia Pedroso, los mantenía en contacto.
"El y yo nos alejamos un poco, aunque siempre sería mi hermano'', expresó Hernández. ‘‘A veces era una cosa, a veces otra. Era algo problemático y a mis hijos quiero educarlos en el ambiente más sano posible. Pero siempre sería mi hermano. Es una sensación muy dolorosa, que le parte a uno el corazón''.
Desde que se supo la noticia, Hernández se mantuvo cerca de la madre, que se encontraba muy deprimida. Todavía la familia no tenía una idea clara de los móviles que llevaron a Regalado a cometer esos hechos.
"En el fondo, yo temía que algún día recibiera una noticia así'', comentó Hernández, quien se mantiene practicando con la idea de recibir alguna invitación de equipos de Grandes Ligas para continuar su carrera profesional. "Tengo que hacer acopio de calma y ecuanimidad para concentrarme. Sólo le pido a Dios fuerzas para dejar atrás este momento amargo''.
"A veces quiero buscar palabras y no las encuentro'', afirmó Hernández. "Mi familia ha sufrido, pero quiero, antes que todo, enviar mis condolencias a las familias que perdieron sus seres en esta tragedia. Nadie tiene derecho a quitarle la vida a nadie. Sólo Dios''.
Muy cercano de todos sus hermanos y amigos, Hernández no tenía una relación tan especial con Regalado y asegura que no lo veía desde hacía un año.
La madre de ambos, María Julia Pedroso, los mantenía en contacto.
"El y yo nos alejamos un poco, aunque siempre sería mi hermano'', expresó Hernández. ‘‘A veces era una cosa, a veces otra. Era algo problemático y a mis hijos quiero educarlos en el ambiente más sano posible. Pero siempre sería mi hermano. Es una sensación muy dolorosa, que le parte a uno el corazón''.
Desde que se supo la noticia, Hernández se mantuvo cerca de la madre, que se encontraba muy deprimida. Todavía la familia no tenía una idea clara de los móviles que llevaron a Regalado a cometer esos hechos.
"En el fondo, yo temía que algún día recibiera una noticia así'', comentó Hernández, quien se mantiene practicando con la idea de recibir alguna invitación de equipos de Grandes Ligas para continuar su carrera profesional. "Tengo que hacer acopio de calma y ecuanimidad para concentrarme. Sólo le pido a Dios fuerzas para dejar atrás este momento amargo''.
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