SCZ/Globovisión/SNTT
El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) y el Círculo de Reporteros Gráficos de Venezuela alertaron sobre una "amenaza judicial" de la que sería objeto el fotógrafo Yunior Lugo del diario La Mañana de Falcón, por hacer imágenes de alimentos descompuestos de Pdval y Mercal.
Lea el comunicado textual:
El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) y el Círculo de Reporteros Gráficos de Venezuela (CRGV) se ven en la obligación de alertar a la opinión pública sobre una amenaza judicial que se cierne sobre el compañero reportero gráfico del diario La Mañana (Estado Falcón), Yunior Lugo, quien registró con su cámara el contenido de una fosa en el vertedero de basura de Tiguadare, donde fueron acumulados alimentos de diverso tipo, identificados con etiquetas de las marcas gubernamentales distribuidas por Pdval y Mercal, que fueron parcialmente enterrados y/o incinerados.
A raíz de la publicación, este martes 08 de junio, de una de esas fotografías en el diario La Mañana y en el diario El Universal, de Caracas, Lugo ha recibido llamadas telefónicas anónimas que pretenden intimidarlo. Según su testimonio, sus interlocutores dicen identificarse con el Gobierno del Presidente Hugo Chávez y le acusan de perjudicar con su trabajo constantemente al oficialismo.
Asimismo, voceros oficialistas vinculados con el gobierno regional, emitieron declaraciones en las que advierten que denunciarán a Lugo ante la Fiscalía General de la República y le acusan de participar de un montaje junto con candidatos a la Asamblea Nacional, que representan a sectores de la oposición.
En este episodio, según explica Lugo, están involucrados organismos de seguridad del Estado que, según testigos, acudieron al vertedero a incinerar mercaderías. Algunos testigos cuyos testimonios sirvieron para levantar el primer reporte periodístico, extrañamente han cambiado sus versiones sobre la presencia en el vertedero de funcionarios de organismos de seguridad mientras se incineraba la mercadería. Sin embargo, las grabaciones y fotografías que sustentan el reportaje, se encuentran a buen resguardo.
De nuevo el SNTP y el CRGV deploran el acoso e intimidación por parte de representantes de dependencias del Estado y del Poder Ejecutivo contra trabajadores de la prensa que sólo cumplen con su deber. Este mismo espíritu de denuedo y compromiso es el que deberían tener todos los empleados y funcionarios públicos.
De tenerlo, los medios de comunicación y sus trabajadores no se verían en la obligación de registrar y difundir las vergonzosas noticias sobre toneladas de alimentos descompuestos en distintas zonas del país, comprados con dineros de todos los venezolanos, mientras decenas de miles de familias padecen el rigor del hambre y la malnutrición.
A raíz de la publicación, este martes 08 de junio, de una de esas fotografías en el diario La Mañana y en el diario El Universal, de Caracas, Lugo ha recibido llamadas telefónicas anónimas que pretenden intimidarlo. Según su testimonio, sus interlocutores dicen identificarse con el Gobierno del Presidente Hugo Chávez y le acusan de perjudicar con su trabajo constantemente al oficialismo.
Asimismo, voceros oficialistas vinculados con el gobierno regional, emitieron declaraciones en las que advierten que denunciarán a Lugo ante la Fiscalía General de la República y le acusan de participar de un montaje junto con candidatos a la Asamblea Nacional, que representan a sectores de la oposición.
En este episodio, según explica Lugo, están involucrados organismos de seguridad del Estado que, según testigos, acudieron al vertedero a incinerar mercaderías. Algunos testigos cuyos testimonios sirvieron para levantar el primer reporte periodístico, extrañamente han cambiado sus versiones sobre la presencia en el vertedero de funcionarios de organismos de seguridad mientras se incineraba la mercadería. Sin embargo, las grabaciones y fotografías que sustentan el reportaje, se encuentran a buen resguardo.
De nuevo el SNTP y el CRGV deploran el acoso e intimidación por parte de representantes de dependencias del Estado y del Poder Ejecutivo contra trabajadores de la prensa que sólo cumplen con su deber. Este mismo espíritu de denuedo y compromiso es el que deberían tener todos los empleados y funcionarios públicos.
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